Guasave, Sin. – El 26 de septiembre por la tarde Don Margarito muy posiblemente salió de casa como todos los días con la esperanza puesta en vender la mayor cantidad posible de tamales y que sus ganancias fueran mejores para el sustento familiar.
Con 66 años sobre sus espaldas y muchos de ellos dedicados a la venta del tradicional platillo, el vecino de la sindicatura de Benito Juárez no alcanzó a concluir su jornada laboral, alguien motivado quien sabe porque, trunco violentamente esas intenciones.
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Concluidas las primeras investigaciones, se confirmó que Don Margarito fue asesinado no de uno si no de dos balazos que instantáneamente acabaron con sus existencias terrenales.
El o sus verdugos apuntaron el arma posiblemente primero hacia la cabeza del adulto mayor y le asestaron el primer tiro y luego vino el segundo jalón de gatillo que dio justo en uno de sus hombros.
Tras la brutal agresión a Don Margarito lo abrazó la muerte, atrás quedaron días buenos y malos de vendimia, así en un abrir y cerrar de ojos le arrebataron su vida, la que seguramente no pensó que la perdería así, pero aquí nadie está a salvo.
Luego su cuerpo fue arrojado al dren, ubicado casi donde concluye el asfalto de la pista de Camagüey donde se encontró la mañana de este jueves en avanzado estado de descomposición, por lo que las autoridades presumen que lo mataron el mismo día que desapareció, ese fatídico lunes 26.
Como testigos mudos quedaron en la escena del crimen dos casquillos de arma corta al parecer calibre .38 Súper.
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También ahí quedó cerca del lugar del cruel homicidio la vagoneta vieja en la que salía vender tamales el adulto mayor.
