Guasave, Sin.- Muy adolorida
físicamente pero más emocional después de haber salido de una cirugía de cadera
por las tres fracturas que presenta y las quemaduras de segundo y tercer grado
que sufrió durante el accidente en Vícam, Sonora, Lizbeth Castro Sepúlveda
habló para Línea Directa de los momentos de terror que no puede olvidar en los
que su cuerpo ardía en llamas y tuvieron que quitarle a sus hijos porque los
estaba quemando.
Acompañada por su madre,
Elizabeth Sepúlveda Heráldez, a quien se pudo contactar vía telefónica, la
sobreviviente del camionazo recordó con mucho pesar el momento del accidente,
ya que asegura que iba despierta cuando vino el encontronazo y luego la
voltereta y las explosiones.
?Yo llevaba a los niños en el
asiento de atrás de mí, apretaditos con cobijas; recuerdo que gritaron y se
jaloneó el camión, de ahí perdí la conciencia. Sí recuerdo cuando me sacaron,
me llevaba arrastrando un señor y me dejó bien lejos porque estaba llenita de
aceite y para que no me alcanzaran más las llamas?, detalla como si estuviera
viviendo de nuevo el hecho.
??Me quitaron a la niña porque
la estaba quemando porque mi brazo estaba prendido; tuve noción del tiempo
cuando el niño me gritó: mamá, mamá, estás muerta, fue cuando yo le grité: no
mi amor, estoy bien?.
Lizbeth, quien subió en el
camión en Guasave y se dirigía a Mexicali con sus cuatro hijos y su esposo,
comenta que han sido días de mucho sufrimiento después del miércoles próximo
pasado; que ya pudo ver a sus hijos pues ya fueron dados de alta pero la
?película de terror? que recuerda no puede olvidarla, y considera que tanto
ella como sus pequeños tendrán que ser atendidos sicológicamente, pues el mayor
de ellos de tan solo 8 años, aunque es consciente de los hechos, mantiene la
escena como obsesión.
?El más grande me platica que
quería sacar a su hermanito porque le dolía el pie; y que aunque estaba
despostillado el vidrio no lo pudo quebrar con la mano y pues le tuvo que pegar
con la cabeza y lo quebró, por eso pudo sacar a su hermano, por eso trae
vidrios en la cabeza; se ponen a jugar entre ellos que el camión se quema,
ocupan ayuda sicológica?, advierte la joven madre.
De sus cuatro hijos, uno
presentó heridas en uno de los piecitos, otro tuvo afectaciones en las
cervicales, en un ojo y en la cabeza, y la más pequeña de 1 año 6 meses,
quemaduras en su carita.
La joven madre narró que
después de que a ella la sacaron del camión el camión explotó en dos ocasiones
pero de su esposo no recuerda nada, y la desesperación la ha hecho presa sobre
todo porque no puede moverse para salir a buscarlo, y la familia de él ya
regresó a Guasave.
?Llegué al hospital, no sabía
dónde estaba, me empezaron a atender y me pusieron un calmante; me
dijeron dónde estaba pero la desesperación que tengo es que no encuentro a mi
marido, que mi esposo iba al lado de mí, él iba dormido?, expresó.
-¿No recuerda nada de él??No, no, ni lo vi tampoco, no
saben nada de él, no entiendo por qué no lo buscan, ese es mi coraje?, exige
Lizbeth.
Muchas preguntas rondan por su
cabeza, desde qué fue lo que pasó con su pareja quien habría de firmar un nuevo
contrato de trabajo en Mexicali este viernes 23 de enero, hasta en qué hospital
está, pues asegura que sabe de más personas que están lesionadas en otros
hospitales pero que no han sido reclamadas, y confía en que su esposo se
encuentre entre ellas.YRM
?Mi cuerpo estaba prendido; mamá, mamá, estás muerta?
Narra Lizbeth Castro Sepúlveda desde el hospital en donde se encuentra, la desesperación de verse ardiendo, oír gritar a sus cuatro hijos y de no encontrar hoy a su marido
Fuente: Internet