Municipio, Sin.– Antes del mediodía de este martes los empleados de una casa funeraria llegaron a un domicilio de la comunidad de Alfonso G. Calderón para colocar un par de carpas mientras eran observados por algunas personas que con caras desconcertadas se encontraban repartidas en el solar.
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En esa vivienda los todavía escasos dolientes que se habían dado cita esperaban los restos de Maricarmen, una joven de apenas 24 años que fue brutalmente asesinada por su pareja sentimental la noche del lunes en un ataque de ira.
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En aproximadamente 30 minutos los funerarios terminaron de colocar las carpas, ya habían pasado un poco más de 12 horas desde que la joven se había convertido en una víctima más de la violencia contra las mujeres y su cuerpo estaba por llegar, estimó una amable pero afligida tía Maricarmen.
Sin embargo, las horas siguieron pasando y el cuerpo de la madre de una niña de 7 años no llegaba, mientras algunos vecinos seguían llegando para acompañar a la familia en estos momentos de terrible dolor.
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Finalmente, a las 7 de la tarde aproximadamente, 21 horas después de que le fuera arrebatada su corta existencia por quien fuera su pareja, el cuerpo de Maricarmen llegó.
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De la carrosa, los de la funeraria bajaron un féretro rosa que fielmente guardaba los restos de joven y el que posteriormente fue colocado junto a la manta con flores que se puso sobre una de las paredes de la vivienda.
Apenas un día antes Maricarmen había salido de esa casa con vida, con José, su violenta pareja que como en otras tantas ocasiones se la había llevado a la fuerza, pero en esta ocasión ya no regresó, no al menos con vida, dos balazos en el pecho cegaron su existencia.