Los Mochis, Sin.- Personas desconocidas incendiaron los vehículos del secretario general del Sindicato de Trabajadores de la UAIS, Celso Armenta y de Ignacio Flores, profesor y asesor de la rectora de esta universidad, María Guadalupe Ibarra Ceceña.
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Armenta precisó que el vehículo que le quemaron de manera parcial es una camioneta Cheroke modelo 97, color rojo que se encontraba afuera de su domicilio, lograron apagarla entre todos los vecinos y aunque en el video de la cámara de seguridad de su domicilio sólo se captó una mano, denunciará los hechos ante las autoridades correspondientes.
“Cuando bajé ya todos los vecinos estaban apagando, estaban echándole agua y tierra y agua y lo que podían. De acuerdo al video, se ve donde sale una mano, un garrafón y empieza a vaciar un líquido y un segundo después, pum, se viene la llamarada en la parte trasera del vehículo, yo no tenía pensado ni denunciar, lo haremos, además, no hay intención de quemarme el vehículo porque hubieran vuelto a terminar el trabajo, alguien quiso darme un sustito, pudo haber sido una puntada de alguien, pero no sé si para intimidarme de qué o qué”, dijo.
Por su parte, el profesor Ignacio Flores, precisó que su automóvil Sentra modelo 95, de color azul verde, sufrió daños totales, se lo quemaron alrededor de la 1:00 de la madrugada de este jueves afuera de su casa, que se ubica en el Fraccionamiento El Realito, no observó a nadie porque estaba dormido y una vecina le aviso y consideró que no es casualidad que los 2 casos ocurrieran el mismo día.
“Un Sentra 95”.
¿Daño total?
“Totales, pensar que no tenían la intención de quemarlo, no es una casualidad que sea en el mismo día los 2 carros y compañeros muy cercanos, andábamos en la misma lucha. Pensar que es un hecho aislado es difícil, no tengo enemigos, solamente los que nos quieran ver”.
¿Lo de lo laboral?
“Puede ser”.
“Algunos detractores”, expresó.
Aunado a estos dos hechos, la rectora de la UAIS también señaló que casualmente a las 19:00 horas del miércoles también una persona intentó entrar en su casa, que se ubica en el fraccionamiento Viñedos.
“Dice mi mamá, quería abrirla con algo, un fierro, algún alambre y ya que no pudo abrir, empezó a tocar, ella pensó que era yo, quita el seguro de arriba y dice, pero si ella trae llave, rápido le vuelve a poner el seguro, y se asoma por la ventana de la cocina y ya ve a un joven rapado con una camiseta larga y le dice ábrame, ábrame y empieza a patear la puerta, la encuentro a ella con la presión muy alta y la encuentro llorando”, dijo.
Consideró que estos hechos pudieran ser aislados, pero también tener relación, porque durante los 54 días que duró la toma de las instalaciones de la universidad se percató que había gente que la seguía, se estacionaba frente a su casa, la observaba y tomaba fotos, personas que habían sido despedidas y que dentro del pliego petitorio exigían ser reinstaladas, por lo que acudirá con el comandante de la Policía Municipal o el Ministerio Público para que las autoridades estén vigilantes.
Cabe señalar que tras estos percances, el líder sindical renunció a su cargo y la rectora precisó que acudirá con el comandante de la Policía Municipal o el Ministerio Público para que las autoridades estén vigilantes.