Mazatlán, Sin.- “¡Un milagro!”, así define Alejandro su segunda oportunidad de vida. Está vivo para contarlo y dice que fue gracias a las llaves de su motocicleta y una moneda de 5 pesos que traía en su bolsa al momento de recibir una descarga eléctrica que casi le arranca la existencia en este mundo terrenal.
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Los hechos que el joven de 20 años puede relatar a voz propia que sale de su cuerpo que tiene heridas aún vivas, ocurrieron el pasado 3 de noviembre, cuando hacía trabajos en unos departamentos ubicados en el Centro de la ciudad de Mazatlán.
“Estaba chambeando en herrería, yo iba a subirme a ponerle cemento plástico a las tejas, a las carteras de fierro para que no trasminara el agua, pero al momento de subir la escalera, por un descuido, un accidente, toqué con la escalera los cables de alta tensión”, narró.
El padre de dos pequeños Nicole, de un año, y Dylan, de 3 meses, afirma que “explotó” cuando recibió una descarga eléctrica de 13 mil 500 voltios, energía que lo hizo salir disparado y estrellarse contra un muro en el que azotó su cabeza.
Alejandro, recuerda que estuvo internado en una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) alrededor de una semana, tiempo en el que le aplicaron 20 inyecciones, anticoagulantes y le dieron medicamento para la infección, además de hacerle muestras de sangre, pero sin ningún estudio médico a fondo.
Entrevistado mientras observa un partido de futbol en una cancha cerca de su casa, el joven cree que hay algún tipo de daño en sus órganos, pues luego de beber un refresco le duele el estómago, por ello, su familia lo ayudará a realizarse unos análisis clínicos.
Otras secuelas que tuvo en los siguientes días del accidente, comparte, es que su cabeza se puso como “aguada”.
“Entraron (la energía) por mi mano por parte de la escalera y yo me golpee la cabeza, y supuestamente me quedó, así como mollera de bebé, pero yo sí tenía aguada la cabeza, yo me tocaba y se sambutía, pero al momento que yo dormía, me tronaba la cabeza, me tronaba, y yo pegaba brincos”.
A dos semanas del accidente, Alejandro continúa con malestares, pues se siente débil y aunque no esté haciendo nada se fatiga y su cuerpo lo siente como “si hubiera corrido un maratón”, incluso cree que, si alguien le diera una patada, se le quebrarían los huesos.
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Las manos, abdomen y piernas del joven herrero tienen heridas provocadas por la energía eléctrica cuando ésta “salió” de su cuerpo.
“Tengo heridas por lo que me salió, porque los doctores me dijeron que tuve mucha suerte por eso, porque tenía las llaves de la moto y una moneda de 5 pesos, y por ahí dicen que la electricidad busca una salida, y pues por ahí me salió”, indicó.
El joven herrero declara que si está vivo es por un milagro, y aconseja valorar la vida.
“(En mi familia) Me dicen que volví a nacer y que respete esta segunda oportunidad que me dieron, porque es algo que no muchos salen vivos de esto, volví a nacer, es un milagro”, destacó el bendecido joven mazatleco.