Culiacán, Sin. Ya lo hemos dicho: en México, la oferta política debe diferenciarse y los partidos tomar distancia de aquello que, dado el caso, critican acremente a los opuestos.
Ya se ha vuelto común que un partido maneje una “estrategia” determinada en un estado y en otro enarbole exactamente lo contrario, lo que no resulta admisible en el plano de la ética.
Cuando, en la práctica, las diferencias se reducen a situaciones coyunturales y los acomodos electorales dictan semejanzas, la ciudadanía se ve encajonada en una oferta reducida de origen. No se puede, entonces, escoger entre alternativas verdaderamente distintas.
Se entiende, pero no se justifica, que los imperativos del juego político y los usos derivados de la mera competencia por el poder, desvíen la atención de lo que debe ser fundamental: las propuestas de mejoramiento y la manera como se piensa concretarlas.
Si un partido quiere trascender esas limitaciones y formular una oferta política centrada en el interés general de la población, tiene que marcar diferencias claras, al margen de simples habladurías y versiones de parte sin sustento.
No es fácil pero se puede, sin duda, establecer esas discrepancias de fondo, saliendo al paso de las prácticas viciadas de hacer política. Deslindarse, se diría, de todo aquello que la ha pervertido, convirtiéndola en descarnado pleito por el acceso al poder.
ESTÁN OBLIGADOS
En México, las prerrogativas de un partido político registrado son: recibir financiamiento público (que es cuantioso), acceso a la radio y televisión para difundir sus mensajes partidarios, exenciones fiscales, franquicia postal y representación en todos los órganos electorales.
De común, los partidos salen muy caros en lo que toca a sus prerrogativas (de Perogrullo: los más grandes, más caros). No está mal la pluralidad, pero debe ser efectiva, y no es lo que vemos con alianzas como las que se han dado en el proceso electoral en curso.
En el extremo, la del PRI con los hasta hace poco considerados sus “enemigos históricos”: el PAN y el PRD. Hay otras, pero ninguna con tal disparidad ideológica.
Como sea, lo deseable es que se ponga primera y fundamental atención en lo que proponen los candidatos y el cómo piensan concretarlas.
Los ataques sin fundamento, los infundios y acusaciones sin pruebas al canto, no abonan a la democracia y demeritan al pueblo.
Lo hacen ver como un conjunto sin criterio, que se puede mover solo con el morbo y el escándalo.
Las campañas siguen, esperemos que el sentido común aparezca y se proceda con la seriedad del caso.
¿CUAL PATRIA ES PRIMERO?
Desde principio inamovible y valor sagrado, hasta referencia de la unidad indispensable, la Patria es un concepto bastante manoseado y puesto a punto de lo que interesa a sus abanderados.
Así, en un contexto de inequidades, privilegios selectivos e injusticia, la Patria se presenta como el punto de confluencia de las aceptaciones obligadas.
Ya se sabe: la Patria es primero y nada puede estar por encima de ella, pero el hombre de la calle se pregunta, con todo derecho, ¿Cuál patria? ¿La de quién? ¿La de todos? y si es de todos ¿por qué unos la usan en su particular beneficio y otros sólo la tienen como símbolo?
¿Qué se entiende, entonces, por Patria? ¿Qué representa a fin de cuentas? ¿El llamado de la Patria puede estar por encima del bien común y cobijar tanta desigualdad? Estas interrogantes son válidas y merecen respuestas puntuales, francas y honestas.
El pacto social se funda, como lo advirtió Juan Jacobo Rousseau, en el interés general; en la compartición de objetivos, en los intereses comunes que deben estar sobre los privados, pues de otro modo el pacto carece de sentido y se convierte en simple manipulación, en trampa perversa incluso.
EN EL TINTERO
-Sigue lo que no cambia: el banco Citibanamex, obtuvo utilidades por cuatro mil 400 millones de pesos, nada más en el primer trimestre de este año. Los demás bancos “mexicanos” no se quedan atrás. Desde luego, están más que contentos con el gobierno.
-Retenes, detenciones “para revisar” y etcétera, son anticonstitucionales. Quienes los ordenan y los efectúan son, sin la menor duda, vulgares delincuentes que impunemente violan la ley. A ver hasta cuándo.
-Murió Don Alfredo Sicarios Rivas, un buen hombre, servidor desinteresado de los muy necesitados minusválidos, que habría hecho un excelente papel en el congreso local. Descanse en paz y nuestra solidaridad con los suyos. ([email protected]).