Culiacán, Sin.- Decenios, siglos, se puede decir, de corrupción internalizada no se corrigen de una día para otro, es más, ni de un sexenio a otro, pero el camino se debe emprender, si de veras se quieren cambiar las cosas.
En algunos aspectos ha iniciado y lo perciben como un riesgo quienes han hecho del latrocinio, el abuso y la prebenda, un modo de vida y eso, desde luego, provoca reacciones, las estamos viendo a diario en muchos medios “informativos” y en las expresiones de una clase que teme perder sus privilegios.
Acabar con la corrupción por completo es una tarea casi imposible, y ahí está la experiencia del llamado “primer mundo”, con sus altibajos en esa materia.
Es una larga marcha, de suyo lenta, lo que con frecuencia desespera, pero el camino se tiene que abrir y, como apuntamos, con altibajos pero se está abriendo en nuestro país.
Las calumnias, mentiras y abiertas campañas contra el proyecto del actual gobierno federal, y el estatal que viene para Sinaloa, seguirán, sin sombra de duda, al tiempo que la razón empieza a ser referente del pueblo. Y eso es lo que más temen quienes por mucho tiempo han gozado de impunidad.
URGEN LAS SEÑALES
Cierto que el gobierno de la llamada 4T, con no pocos desfiguros, ayuda a sus opositores nutriendo la descalificación que, más allá de la relativa razón, incursiona en la desinformación.
La crítica razonada, con argumentos y evidencias, se aleja cada vez más en este país sumido en las llamadas “redes” y de manera cotidiana deja su lugar a la diatriba.
Urgen los referentes desde los gobiernos, que también caen en los excesos, enviar las señales de un cambio absolutamente necesario, condición para salir del atraso que se padece.
Veremos, todavía hay tiempo.
Y MÁS DE LO MISMO…
En las tiendas de autoservicio la carestía y el abuso contra los consumidores están a la orden del día: entre estos podemos citar conocidas cadenas comerciales, gasolineras (donde el robo de combustible no ha parado) restaurantes y demás.
En todas, la expedición de facturas es una odisea; además, se da el caso del robo descarado a los clientes al no darles la feria completa, por lo regular es cuestión de que el cliente no se fije a tiempo y después nada qué hacer.
De las telefónicas, cableras, bancos (los cajeros automáticos en muchos casos están de adorno) mejor ni hablar, nadie pone remedio.
Y se puede empezar a corregir, claro que se puede.
LO QUE FALTA
El salario mínimo se incrementó como no se hacía en tres décadas y en la frontera fue al doble, pero el deterioro salarial sigue siendo una constante. Por ejemplo, con todo y aumentos recientes, alcanza apenas para comprar ocho kilogramos de tortilla.
La carestía es evidente en otros muchos productos y hasta en la canasta básica. La gran mayoría de esos aumentos son injustificados.
El propio AMLO ha reconocido que “es una vergüenza decirlo, la verdad es muy triste, el que el salario mínimo en Honduras, en El Salvador, Guatemala, en Centroamérica, sea mayor al salario mínimo en México”
Y aunque “esto se está atendiendo para que no haya tanta desigualdad, tanta pobreza en nuestro país”, todavía es mucho lo que falta.
EN EL TINTERO
-Hace 53 años (se cumplieron el sábado pasado) el 18 de septiembre de 1968, durante el movimiento estudiantil, la Ciudad Universitaria de la UNAM fue ocupada por el ejército. Ahí estábamos, en el CNH.
-Ineficacia, tortuguismo, deficiente base tecnológica, es lo común en los bancos “mexicanos”. El gobierno debe poner en orden a los privilegiados señores del dinero.
-Gasolineras y gaseras, como siempre, en la completa impunidad hasta ahora.
-Los penales, en todo el país, tierra de nadie; los ministerios públicos, la Carabina de Ambrosio.
-Con altibajos, incluso claroscuros, pero muchas cosas están en vía de cambio en México. El latrocinio y el privilegio se ven en riesgo y eso es lo que explica la permanente campaña mediática, obviamente patrocinada, contra AMLO, Morena y sus principales cuadros.
