Se viene la final del futbol mexicano este jueves y domingo. Toluca y Pachuca son los actores de esta batalla que después de 180 minutos develará al nuevo monarca y sucesor del Atlas, dos escuadras que tal vez no estuvieron nunca entre los posibles contendientes al título, pero cuyas actuaciones en la Liguilla los hizo absorber los reflectores.
Es cierto “no hay justicia” para quienes hicieron más puntos en una tabla general. Es decir, el 1 y 2. Pero de eso se trata este sistema de competencia, que el abanico de oportunidades llegue a más equipos…y más ingresos.
La historia nos dice que para ser campeón no se necesita terminar en la cima. Desde hace algunos años, o desde que se implementó este sistema, emergió una especie de execración para quien concluye como líder general que ha imposibilitado a quien más puntos sumó de convertirse en monarca.
Qué importa cómo llegues y en qué lugar lo haces, cuando se trata de esquivar ya no el noveno lugar, sino el décimo tercero, ahora con el famoso invento del repechaje que solo impulsa la mediocridad. Y si no me creen, pregúntenle al Necaxa, Juárez y Puebla, solamente por citar a equipos cuyos planteles no daban para más, sobre todo el de los Camoteros, que se masticaron 11 goles en 180 minutos. ¡Catastrófico e increíble!
¿A quién le importa que lo rotulen que avanzó a media tabla, por no decir que de lástima, si de lo que se trata es tener al menos una de esas doce llaves que abre la puerta para entrar y ser partícipe de la fiesta grande, cuando sabes que allí adentro hay otros que hicieron mejor papel que tú?
¿De qué diablos sirve ser anfitrión del partido de vuelta (en liguilla), cuando sabes que las oportunidades son las mismas, excepto la ventaja que otorga el ser un mejor clasificado?. El Toluca le dio una cachetada con guante blanco no solo al América, sino al resto de los equipos que adquirieron mejores números que ellos.
En esta temporada, el que Pachuca y Toluca se vean las caras por el título la convierte en una final impensada. Es algo que no debe extrañarle a nadie, porque existen antecedentes donde hasta el último invitado se ha comido el pastel completo.
Toluca fue sexto en la general, pero, ¿acaso les intranquilizó eso en algún momento? Ellos brincaron la tablita como aquellos que ocuparon del séptimo al doceavo sitio, y les importó un comino jugar el partido de vuelta como visitante cuando lo que interesaba era estar allí y no eliminado.
Cerrar la llave en casa no es garantía de tener ventaja y más oportunidades. Lo demostraron eliminando con clase al Santos Laguna que fue tercero en la tabla, y poco después al superlíder América. Ni su mejor posición en la tabla como tampoco jugar el partido de vuelta en su patio salvaron a los Guerreros y las Aguilas.
Se trataba de llegar a la final y tanto Pachuca (que fue cuarto) como el Toluca ya están en esa posición que se trazaron como objetivo cuando empezó a rodar el balón de este torneo Apertura 2022. Ahora falta el otro, el más importante, ese que te dicta que si no lo ganas, tendrás que aceptar que tu temporada fue un fracaso: el campeonato.
Pero en estos dos equipos eso no encaja. Los verdaderos candidatos al título que se colgarían la medalla de fracaso si no lo conseguían fueron América y Monterrey. Lo que ya han hecho Pachuca y Toluca con el simple hecho de estar en la final, fue un extra para los clubes y sus seguidores.
¿No lo creen así?
