Hay tres casos que me llaman la atención para escribir. Nunca lo hago de esa manera, pues siempre le he dedicado todo el espacio a uno solo. Pero esta vez resulta conveniente tocarlos todos en un solo: el triunfo del América, el nocaut en contra de Óscar Valdez y el mal paso de Tomateros en esta segunda vuelta.
¿Por cuál debo empezar? Creo que por el que más polémica ha levantado: la eliminación del Cruz Azul quien no pudo sacudirse la maldición del superlíder y los fantasmas que arrastran en sus confrontaciones contra las Águilas.
La máquina estaba etiquetada como favorito para ganar no solo este juego eliminatorio, sino el campeonato. La gran temporada que realizó justifica los medios. Lo suyo se volvió algo más psicológico enfrentar al odiado rival en liguilla, que las especulaciones de ayuda arbitral para el adversario.
Cruz Azul fue dominado casi por completo durante el juego de vuelta, y sus momentos más intentos fueron aquellos cuando se levantó de un adverso 1-3 para igualar los cartones, con cuyo empate sacaba boleto para la final. Luego vinieron los “errores” arbitrales: una falta de Araujo pisando la cara del rival en su caída, y el supuesto regalo en el penalti cometido por Rotondi sobre el “Chiquito” Sánchez.
Algunos árbitros juzgan diferentes: unos dicen que sí existió la falta, y otros que no. Eso abre paso a la polémica sobre las especulaciones de que al América se le favorece. Antes de buscar culpables donde no los hay, era más importante reconocer los errores claves que los azules cometieron. Por ejemplo, la pésima ubicación de su portero en ese gol de Richard Sánchez y la pésima marca en un tiro de esquina en la que dejaron libre al defensor Juárez que anotó el 3-1.
Empezando por ese análisis, encontrarán respuestas.
Vayamos al segundo caso. Óscar Valdez fue vapuleado por Emmanuel Navarrete para repetirle la dosis en una revancha que por momentos resultó de un solo lado, y considero que los mejores momentos del sonorense ya quedaron atrás. Sus actuales argumentos no le dan para aspirar a un triunfo en esa división y tal vez en ninguna otra.
Oscar ha sido muy golpeado en sus últimos combates. Decidió incorporarse al equipo del “Canelo” Álvarez buscando la fórmula de mejorar y ganar, pero –y estoy de acuerdo con algunos críticos- lo que sucedió es que el exolímpico dio no uno, sino varios pasos atrás, el elegir a Eddy Reynoso como su entrenador.
Reynoso ha llevado muy bien la carrera de Saúl Álvarez en lo económico y mercadotecnia, pero hasta allí. Muchos saben las razones.
Y, por último, los Tomateros, que han caído de la gloria al infierno, siendo ahora el último lugar del standing tras recibir esa barrida en Hermosillo. ¿Caso los 10 puntos de la primera vuelta sí los llevó a una zona de confort? No lo creo. Su pitcheo abridor no se está comportando de la misma forma como lo hicieron en la primera vuelta y esa puede ser la clave.