Hoy comienzan los XXXIII Juegos Olímpicos modernos, la capital francesa es la cede de las competencias más esperada para el deporte mundial. En los próximos días se desarrollarán actividades en 32 deportes, con la participación de 206 países y 10,714 atletas buscando obtener la gloria con alguna de las 329 preseas a repartirse. Budapest, Roma, Los Ángeles y Hamburgo fueron las ciudades que compitieron contra la “Ciudad Luz”, que fue la elegida por el Comité Olímpico Internacional en 2015.
México pone sus esperanzas en 109 atletas, 63 mujeres y 46 hombres, que participarán en 24 diciplinas. Tiro con arco, surf, judo, remo, esgrima, gimnasia artística, badminton, tiro deportivo, competencia ecuestre, canotaje, boxeo, tenis de mesa, clavados, ciclismo, vela, triatlón, atletismo, golf, natación artística, lucha, nado en aguas abiertas, taekwondo, halterofilia, gimnasia rítmica y pentatlón, son los deportes en los que el seleccionado mexicano tiene representantes inscritos.
En la historia, México no ha tenido participaciones sobresalientes como equipo olímpico, las glorias deportivas han llegado más bien por deportistas que han dado el mayor de sus esfuerzos para coronarse como los mejores del planeta en diferentes categorías. Las mejores participaciones olímpicas de nuestra representación nacional fueron en 1968, cuando fuimos la nación sede con 9 preseas: 3 de oro, 3 de plata y 3 bronces, en Londres 2012 conseguimos 8 medallas: 1 de oro, 3 de plata y 4 de bronce, en Sídney 2000 y Los Ángeles 1984 logramos 6 medallas. En la última participación olímpica en Tokio 2020 apenas logramos 4 medallas de bronces.
Las máximas glorias deportivas han sido pocas, pero muy emotivas, en Londres en 1948 dos medallas de oro se colgaron en el pecho, los binomios de equitación en categoría individual y en equipo. Imborrable de la memoria olímpica el equipo de militares comandados por el Gral. Humberto Mariles y su caballo “El arete” que, desobedeciendo la instrucción presidencial, consiguió patrocinio extranjero para participar en la justa olímpica. Joaquín Capilla, fue el primer clavadista de plataforma en regalarnos la medalla dorada en Melbourn 1956.
En 1968, la localía se hizo valer en la obtención de 3 medallas de oro. La primera en natación con el inolvidable Felipe “Tibio” Muñoz en los 200 mts pecho derrotando al entonces rey de las competencias el ruso Vladimir Kosinsky. Antonio Roldán en boxeo ganó la categoría pluma venciendo al norteamericano Albert Robinson por descalificación. En esas mismas olimpiadas el también boxeador Ricardo “Picoso” Delgado se colgó la medalla de oro al vencer por decisión unánime al polaco Artur Olech.
La marcha de 20 y 50 kilómetros nos dejó momentos dorados en Montreal 1976 con Daniel Bautista ganando medalla de oro y rompiendo el récord mundial vigente, y en 1984 con Raúl González y Ernesto Cano quienes hicieron sonar el himno nacional en las dos categorías. El oro se nos negó por 16 años, hasta que en Sidney 2000, una impresionante mujer nacida en Naucalpan levantara 222.5kg para llevarse una de las medallas más emocionantes en un deporte en donde México no era favorito, me refiero a la inigualable Soraya Jiménez. En Beijing 2008 el Taekwondo femenil y varonil fueron coronados en oro con los atletas Guillermo Pérez y María del Rosario Espinoza, una sinaloense con una trayectoria ejemplar. En Londres la última gloria olímpica nos la regaló la selección nacional de futbol al ganarle a Brasil con aquella escuadra dorada de Héctor Herrera, Marco Fabian, Salcido, Jiménez, Aquino, Geovani Dos Santos, Jesús Corona, Oribe Peralta entre otros dirigidos por Alfredo Tena.
La expectativa para 2024 no es grande. La titular del deporte nacional y también medallista olímpica Ana Guevara asegura que regresaremos de Paris con 9 preseas. La realidad es que la mayoría de los expertos apenas ven posibilidades reales en tiro con arco, taekwondo, equitación y clavados. Esperemos que el simpático columnista del Reforma Gil Gámez, -que hoy viernes se tomará una copa con amigos verdaderos-, se equivoque como de costumbre, porque en esto de las olimpiadas y nuestros atletas mexicanos prefiero ser iluso, aunque resulte desilusionado. Luego le seguimos.