Aunque fue algo que dio a conocer Mario Zamora desde el debate de la semana pasada, el ruido se hizo grande hasta este miércoles: la camioneta Tahoe 2021 en la que se mueve el candidato de Morena-PAS, Rubén Rocha Moya, se puso en boca de la clase política porque hay diversas inconsistencias que provocaron, incluso, que la alianza PRI-PAN-PRD interpusiera una denuncia formal ante el Instituto Nacional Electoral.
Según la acusación hecha por Zamora, un supuesto chofer de Rocha compró dicha camioneta, de 1.5 millones de pesos, en efectivo, lo cual sería algo irregular. En un primer momento, el morenista bateó el asunto, pero posteriormente, en entrevista con Línea Directa, admitió que sí es la unidad en la que se mueve en esta campaña, pero no la compró nadie de su equipo ni de su familia. Dijo que un particular se la presta a través de un comodato, y esto lo reportó debidamente en la Unidad de Fiscalización del INE.
Así que nada qué esconder, enfatizó Don Rubén. Pero en la alianza Va por Sinaloa no lo dejaron salirse de esta tan fácilmente, y el equipo jurídico argumentó que el particular que le estaría “prestando” la Tahoe a Rocha Moya es en realidad empleado de una empresa ligada a él, por lo que, aseguran, se trata de una “operación de simulación” para no reportar a las autoridades electorales el verdadero origen de dicha unidad.
Esperemos que el abanderado de Morena-PAS sea más claro en este tema y que nos saque de las dudas, pues nada mejor que la transparencia para su campaña. Y claro, esto no exime al resto de los contendientes, pues si de lujos hablamos, todos tienen vela en el entierro. Sergio Torres anda en una Tahoe igualita y ahí está Mario Zamora con su gran camión, en el que se mueve por todo Sinaloa y que asegura que es “rentado”. Si no hubiera irregularidades, no tendrían por qué esconder nada, ¿a poco no?…
Y por si algo le faltara a Don Rubén, en la comunidad LGBT andan molestos con él después de que en un encuentro con jóvenes propusiera realizar una consulta ciudadana para decidir, de una vez por todas, si en Sinaloa se debe permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Esta propuesta, claro, no deja de ser un símil de lo que hace el presidente Andrés Manuel López Obrador, que prácticamente todo lo quiere someter a consulta, y que no deja de ser una estrategia para no tomar decisiones difíciles. Pero además, hay que recordar que muchos asuntos importantes de la administración pública deben ser tratados por los gobernantes, que para eso fueron electos, y deben dejar de querer echarle la bolita a la ciudadanía.
En el caso del candidato de Morena-PAS, quizá la declaración de la consulta fue una manera momentánea de salir avante de un tema que le provoca incomodidad, pero de parte de la comunidad lésbico-gay, a través del colectivo “Voto Incluyente”, le mandaron decir que la Constitución es clara en cuanto a que los derechos humanos no pueden ser sometidos a opinión popular y lo invitaron a reunirse a la brevedad para dirimir las diferencias…
Del otro lado de la moneda, en el Ayuntamiento de Choix aseguran que están contando las horas y minutos, en espera de que Juan Carlos Estrada Vega les “regrese” los 384 mil pesos que supuestamente fueron mal utilizados en su periodo como alcalde.
El secretario de la Comuna, Pedro Bernal, recordó que la Auditoría Superior del Estado ya emitió, después de hacer una investigación exhaustiva, un documento “resarcitorio”, donde ordenó que el actual líder del PAN en Sinaloa regrese dicha cantidad… Sin embargo, el propio Estrada Vega calificó todo esto como una movida electoral.
El líder panista reviró que la candidata de Morena en Choix, Amalia Gastélum Barraza, y el actual alcalde Omar Gill Santini, no hallan cómo “levantar” la campaña y por eso lo están acusando, al tiempo que explicó que dicho dinero lo utilizó para darle mantenimiento a una pista de aterrizaje que utilizaban los Médicos Voladores, por lo que ni un peso se desvió indebidamente. ¿Se irá a llegar al fondo de esto o se quedará como una acusación que muere con las campañas? Mera duda…
Sin mucho bombo ni platillo, porque se lo impide la veda electoral, el gobernador Quirino Ordaz realizó un importante recorrido este miércoles por la presa Santa María, en compañía de Cedric Iván Escalante Sauri, enlace de obras de presas de la Presidencia de la República.
Puede sonar muy rimbobante el cargo, pero Don Cedric no es otra cosa que el “enviado” del presidente López Obrador y estará encargado de supervisar los avances de la gran obra hidráulica, que se espera quede concluida en el 2023.
Ordaz Coppel y Escalante Sauri visitaron lo que será el nuevo poblado de Santa María, donde se reubicará a las familias que hoy viven en lo que será la presa, y al funcionario federal también le fueron mostrados los avances de los trabajos en el vaso y los túneles. Lo bueno de todo esto es que cada vez se ve más cerca el final de esta obra que estuvo estancada por muchos años… Así se las gastan. O peor… Comentarios: [email protected]