Veo con extrañeza y preocupación una información donde se destacan acciones y comentarios de la delegada regional del gobierno federal en Guasave, Yocelyn Hernández Jiménez, al frente de un grupo de personas que reclaman la intervención del área de Obras Públicas Municipales para la solución de un problema.
Observo que esta misma delegada presidirá todos los días, en punto de las 8:00 de la mañana, una reunión con la presidenta municipal, Aurelia Leal, corporaciones policiacas y funcionarios de los tres niveles de gobierno, “para darle seguimiento a los programas sociales, seguridad, construcción de la paz (cualquier cosa que eso sea) y 25 programas sociales con los que inicia el presidente Andrés Manuel López Obrador”.
Creo que una cosa es la coordinación de la instancia municipal con el gobierno federal, y otra, muy distinta por cierto, las posiciones protagónicas que se empiezan a ver de parte de algunos funcionarios federales, como la coordinadora, haciendo a un lado de un manotazo la autonomía del municipio libre y soberano.
Entiendo, insisto, el asunto de la coordinación y la réplica de lo que ha implementado a nivel federal el presidente López Obrador, pero involucrarse en un tema de interés exclusivo y local del municipio y de quienes lo representan, como lo es el de los servicios públicos, parece una imprudente intromisión en áreas que no le corresponden.
Los defensores a ultranza, irracionales a veces, de toda disposición del nuevo gobierno, dirán que se trata, el comentario, de una resistencia a las nuevas formas de gobernar. No es eso. No se pueden modificar las cosas violentando la ley y menos para satisfacer la avidez de protagonismo de los involucrados, haciendo a un lado e intimidando a los funcionarios locales.
Si le alcaldesa Aurelia Leal, siempre exigente del estricto respecto a la ley, permite una situación de esta naturaleza, mal. Alguien tendrá que decirle, desde su equipo o fuera de él, que no puede permitir un ultraje de esa naturaleza a la autonomía del municipio.
Pareciera poca cosa, pero si se permite esto ahora, muchas otras cosas, peores aún, les tendrán que permitir desde el ayuntamiento a esos funcionarios. Si se dejan, luego no se quejen.
No se puede trabajar al revés de la más elemental lógica, en la que se puede fundamentar que debe ser en el municipio donde se generen iniciativas que después podrán ser implementadas a nivel federal, porque es precisamente el municipio el ente fundamental de organización administrativa. Lamentablemente los cambios se han hecho en sentido contrario, del centro a la periferia.
Veamos lo de la reunión de coordinación como algo necesario por una emergencia, pero tengo serias dudas de que vaya a funcionar de esa manera. No pueden cambiar tanto las cosas en 24 horas que requieran el consumo de tiempo y esfuerzo en una junta de mandos que acabarán desgastándose y confrontándose, y más si a esto se le suman afanes de algunos de los participantes por estar siempre en primer plano, en primera fila y considerarse como los más calificados.
Creo que se está a tiempo de poner las cosas en su lugar. Por lo pronto les dejo un fragmento del artículo 115 constitucional:
Artículo 115.
Los estados adoptarán, para su régimen interior, la forma de gobierno republicano, representativo, democrático, laico y popular, teniendo como base de su división territorial y de su organización política y administrativa, el municipio libre,
conforme a las bases siguientes:
I.
Cada Municipio será gobernado por un Ayuntamiento de elección popular directa, integrado por un Presidente Municipal y el número de regidores y síndicos que la ley determine. La competencia que esta Constitución otorga al gobierno municipal se ejercerá por el Ayuntamiento de manera exclusiva y no habrá autoridad intermedia alguna entre éste y el gobierno del Estado.
