Lamentable y reprobable. Así es como se puede resumir lo acontecido el pasado domingo 2 de diciembre en San Luis Potosí, tras la derrota de Dorados de Sinaloa 3 goles por 4 en la gran final del Ascenso MX, precisamente ante Atlético San Luis, cuando el técnico argentino Diego Armando Maradona respondió a los cánticos y gritos de aficionados de los ahora monarcas de la división, que no tuvieron reparos en hacer sentir su euforia de modo poco ortodoxo.
Son varios los videos que circulan en las redes sociales y en los principales portales del mundo deportivo, mostrando las imágenes del ‘Pelusa’ sumamente molesto y agrediendo a decenas de aficionados del San Luis, con palabras altisonantes y hasta lanzando golpes al aire mientras grita que lo suelten, en clara alusión a intentar encarar a las personas que deliberadamente gritaban y festejaban “a sus costillas”.
De ningún modo intento justificar a ninguna de la partes involucradas: ni a las personas que esperaban al ‘Dios’ a la salida del palco en el que permaneció a lo largo del juego, -creo que hay mil maneras más de festejar, que insultando de esa forma a otra persona-, ni al ex astro argentino, pero creo que, independientemente de que es un ser humano y escuchar insultos y burlas lastima y enoja, es una figura pública que debe mostrar cordura y control. Lamentablemente Diego Armando no es un claro ejemplo de una persona que se controle o que mínimo ‘aguante’ éste tipo de acciones, así es que al ver y escuchar lo que se aprecia en los videos ya mencionados, tristemente su reacción era algo que se podía esperar.
Dejando de lado el tema extra cancha suscitado al final del juego, es aplaudible el gran esfuerzo realizado por la organización de Dorados con todo lo que ésta incluye: directiva, cuerpo técnico y, claramente, jugadores, al saber reponerse a un inicio de torneo incierto, y poder mostrar un rostro distinto tras la llegada del Pelusa a la dirección del plantel. Muchos daban por muerto al equipo que, antes de Maradona, estaba ubicado en el puesto trece del Apertura 2018, por lo que llegar a éstas instancias, sin duda es algo que debe reconocerse. Lástima en verdad, que la imagen que queda al final no es la del futbol en sí, sino la ya descrita con anterioridad…
Gracias y hasta la próxima!!