A medida que el 2024 llega a su fin, países y regiones como Estados Unidos, la Unión Europea y Singapur han dado pasos significativos para fortalecer la resiliencia cibernética a través de nuevas regulaciones legales.
Estas medidas buscan no solo mitigar riesgos en un mundo cada vez más digitalizado, sino también responder al avance imparable de las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, dentro del ámbito de la ciberseguridad.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), en su informe “Panorama Global de Ciberseguridad”, destacó que cerca del 60 por ciento de los líderes empresariales consideran que un marco jurídico sólido en ciberseguridad y privacidad es crucial para reducir riesgos.
Las leyes no solo pretenden contrarrestar las amenazas del ciberespacio, sino también proteger derechos fundamentales frente al uso avanzado de tecnologías por parte de ciberdelincuentes.
Principales regulaciones vigentes en 2024
Entre las iniciativas más destacadas se encuentra la Directiva NIS2 de la Unión Europea, promulgada en 2023 y diseñada para implementar normas robustas de ciberseguridad en infraestructuras críticas, como transporte, salud y energía.
Este esfuerzo, complementado por el trabajo conjunto con el Foro Económico Mundial desde 2021, ha sido clave para prevenir amenazas en sistemas energéticos esenciales.
En Estados Unidos, la Estrategia Nacional de Ciberseguridad de mayo de 2024, refuerza la preparación de infraestructuras críticas contra ciberataques.
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Este plan incluye la creación de la oficina de Política Cibernética y Digital, que opera bajo el Departamento de Estado, y busca proteger tanto las finanzas internacionales como las adquisiciones gubernamentales en el Internet de las Cosas (IoT).
Por su parte, Singapur implementó en agosto pasado el Plan de Tecnología Operativa, orientado a regular la ciberseguridad de dispositivos esenciales para la vida moderna, como semáforos y bombas de gasolina.
Paralelamente, la Ley de Ciberresiliencia de la Unión Europea, en vigor desde 2024, establece estrictos estándares de seguridad para productos con software y hardware, como relojes inteligentes y monitores para bebés, exigiendo protocolos de ciberseguridad durante todo su ciclo de vida.
El Futuro de la resiliencia cibernética
El reto ahora es determinar si otros países seguirán el ejemplo y desarrollarán marcos legales sólidos para enfrentar los ciberataques en sus jurisdicciones.
¿Están las naciones conscientes del impacto de las tecnologías en la sociedad y de la necesidad de proteger los derechos humanos y la privacidad?
Sin duda, el año que termina marca un hito en el camino hacia un entorno digital más seguro, y lo que venga después será crucial para consolidar este avance.