¿Qué es el metaverso?
El metaverso es un entorno virtual inmersivo al que se accede mediante dispositivos como gafas de realidad virtual y otros elementos tecnológicos que permiten experimentar una sensación de presencia e interacción con sus elementos.
Podría decirse que es como teletransportarse a un mundo alternativo sin moverse físicamente del lugar, lo que abre la posibilidad de realizar diversas actividades en un espacio digital. Su objetivo es ofrecer una realidad paralela en la que las personas puedan trabajar, socializar y entretenerse.
El término “metaverso” surgió en 1992 en la novela Snow Crash, donde se utilizaba para describir un espacio tridimensional de interacción digital. Hoy en día, cada vez es más común vivir experiencias en el metaverso: videojuegos que ofrecen interacciones inmersivas, empresas que realizan reuniones virtuales para evitar desplazamientos y hasta reuniones familiares que acercan a personas en distintos lugares del mundo.
¿Por qué es necesaria la regulación del metaverso?
Dado que todo lo que ocurre en internet está sujeto a regulaciones, el metaverso no debería ser la excepción. Este espacio digital puede convertirse en un escenario propenso a la vulneración de derechos, por lo que es necesario establecer normas y marcos jurídicos que regulen su funcionamiento.
Las leyes deben enfocarse en aspectos como:
Protección de datos y privacidad.
Regulación de videojuegos y redes sociales.
Derechos de autor en contenido digital (música, películas, imágenes).
Actualmente, no existen normas específicas que tipifiquen delitos o sancionen conductas ilícitas dentro del metaverso, lo que representa un riesgo para los usuarios, especialmente en términos de ética, seguridad y protección de datos.
Aspectos prioritarios en la regulación del metaverso
1. Protección de datos y privacidad
En el metaverso, los usuarios comparten información personal sin tener certeza sobre con quién interactúan.
Es fundamental garantizar transparencia en los avisos de privacidad y establecer límites de edad para evitar riesgos para menores.
2. Inteligencia artificial y transparencia
La inteligencia artificial es clave en el metaverso, por lo que debe existir un marco regulatorio que garantice prácticas responsables tanto para proveedores como para usuarios.
La Unión Europea ha planteado directrices para mejorar la transparencia en este ámbito.
3. Identidad digital y seguridad
La representación digital de las personas en el metaverso, a través de avatares, requiere controles estrictos para garantizar privacidad y seguridad.
La Carta Europea y Española de Derechos Digitales establece la identidad digital soberana como un derecho fundamental para evitar la explotación de imágenes y datos personales.
El desafío de la regulación global
Es urgente coordinar una Agenda Global que brinde certeza jurídica a los usuarios del metaverso en temas de seguridad y privacidad, previniendo delitos como robo de identidad, fraude cibernético o explotación infantil.
Sin embargo, la postura de algunas empresas tecnológicas, como Meta, es oponerse a una regulación estricta bajo el argumento de que limita la innovación. No obstante, la ausencia de normas claras deja a los usuarios en una situación vulnerable.
El derecho suele adaptarse con retraso a los avances tecnológicos, pero no debe quedarse rezagado. Es necesario fortalecer y crear marcos jurídicos internacionales que protejan los derechos fundamentales en el metaverso y prevengan situaciones de riesgo. La regulación debe ser una respuesta coordinada entre organismos internacionales y gobiernos para garantizar un entorno digital seguro y ético.
