Tres resultados rompieron todas las quinielas en los encuentros de “ida” del futbol mexicano: el de Xolos que goleó 3-0 a Cruz Azul, San Luis metiéndole la misma cantidad a Tigres y el tropezón también inesperado de un Toluca ante el América al que días atrás lo había humillado con aquel escandaloso 4-0.
Pumas y Monterrey no se hicieron daño, si acaso al público con un partido aburrido y amodorrado, escaso de emociones y con más bostezos que calidad futbolística.
Ahora son tres escuadras que agonizan, que están en terapia intensiva y que, al menos, dos de ellas difícilmente podrán levantarse. Necesitarán (Cruz Azul y Tigres) algo más que goles: ¡un milagro!
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Nadie, o muy pocos, esperaban esos resultados tan sorpresivos. Nadie daba un cacahuate por Tijuana y tampoco por el América, que tras venir de un bicampeonato selló uno de sus peores torneos en los últimos años, al grado de necesitar del ridículo “play in” para ingresar a la siguiente ronda.
San Luis llegó como el “caballo negro” y terminó de estropear a los ludópatas en sus boletas de casinos.
En opinión de expertos, se esperaba –en esos juegos- que Cruz Azul ganara o empatara visitando a Tijuana; que lo mismo sucedería con el Toluca metiéndose a la casa prestada del América; que Tigres regresara a su feudo con al menos un empate, y que el Monterrey-Pumas era un volado, pero terminó siendo el más decepcionante.
La UNAM tiene todo para sacar del camino a los Rayados. Tienen la ventaja de su posición en la tabla y también de su público. El empate en la sultana del norte se puede interpretar como un triunfo. Cualquiera igualada que arroje el segundo desafío les favorecerá, por lo que el estadio de Ciudad Universitario no vivirá ese drama.
En cambio, en los feudos del Toluca, Tigres y Cruz Azul, cada segundo y cada minuto será de vida o muerte. Los tres heridos tendrán que salir a matar o morir en el intento. Esperemos que las ventajas no vengan en detrimento del espectáculo, porque suele suceder que los equipos se encierran defensivamente.
La desesperación por no descontar jugará un papel muy importante en su contra con los que llegan con desventaja. Mañana sábado comenzarán a despejarse las dudas.
¿Habrá sorpresas?