Este viernes el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un precio de garantía para el maíz de 5 mil 610 pesos la tonelada, además de apoyo con el flete hasta los centros de acopio, con lo que se pretende beneficiar a un millón 700 mil agricultores.
Para los productores de frijol tampoco está nada mal el compromiso que hizo hoy el gobierno federal en Zacatecas sobre su cotización: 14 mil 500 pesos por tonelada.
Si esto es tal como ha llegado el primer anuncio, sin establecer más condiciones, sería de ensueño para los productores, pero si en las reglas de operación del programa se colocan diversos candados en cuanto a cantidad de toneladas o superficie cosechada, todo se convertirá para ellos en una auténtica pesadilla.
Hay una serie de situaciones aún muy confusas en la información que ha surgido hoy, en la que incluso se habla hasta de 20 hectáreas respetando ese precio para los productores de frijol, pero nada se dice sobre el maíz.
Si para el maíz son las mismas condiciones, sería extraordinario.
Esto vendrá a terminar con la cíclica zozobra de los productores sinaloenses, que año tras años se enfrentan a la incertidumbre en cuestiones elementales como la comercialización y precios de sus cosechas, bajo argumentos diversos del gobierno, como el libre mercado y las cotizaciones internacionales, regateándoles lo justo y mintiéndoles sistemáticamente.
La demanda sistemática de los agricultores ha sido redituabilidad, certeza y menos mentiras. Esto podría empezar a cumplírseles a partir de hoy.
Cuando vino en campaña, el hoy presidente de la república dijo a los desesperados productores agrícolas sinaloenses, que el precio de su cosecha de maíz se fijaría en 7 mil pesos la tonelada si ganaba la elección. El anuncio no llega a tanto, pero no está nada mal si luego no empiezan con un proceso de diferenciación de los agricultores de acuerdo a las toneladas que levanta y a la superficie que siembra.
Habría que decir que no sería la primera vez que el maíz se cotizara por encima de los 5 mil pesos la tonelada. Ya estuvo en 5 mil 200 en 2012, que fue un extraordinario año para los maiceros.
Los frijoleros también han tenido momentos de bonanza, que les ha permitido vender la cosecha incluso por encima de los 20 mil pesos la tonelada, pero con frecuencia son víctimas de la manipulación del mercado de parte de los grandes intermediarios que desploman el precio hasta por debajo de los 10 mil pesos.
Creo que aún falta mucha más información sobre esta estrategia, pero parecen buenas noticias para los productores, al margen de que empiecen a salir las “letras pequeñas” del programa.
Al final del discurso del titular de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segamex), Ignacio Ovalle, lanzó una frase que sería motivo de preocupación para los productores. Pidió a los propios productores que verifiquen que quienes entregan la cosecha sean “pequeños y medianos productores. Los demás, que ni se presenten”. ¿Quiénes son los pequeños y medianos productores?
Esto seguro va dirigido a los grandes agricultores, que siembran amplias superficies, y que quedarían al margen de los beneficios anunciados hoy, lo que les generaría serios problemas. Se trata de un segmento del espectro agrícola que juega un papel muy importante en algo que el propio AMLO ha sido muy recurrente: la autosuficiencia alimentaria.
Son buenos indicios. Esperemos que no haya mucha discriminación de productores cuando se aterrice el plan.