“Por esta puerta entran los amigos”, fue la frase con la que Gabriel García Márquez recibió a Cruz Hernández Fermín en la biblioteca de su casa. Esto después de enterarse de la labor titánica que comenzó el Profesor Cruz Hernández Fermín, en la comunidad de Recoveco, Sinaloa, y sus alrededores: promover el amor por los libros y la lectura entre los jóvenes de una zona rural donde predomina la violencia provocada por el narcotráfico.
Con Renato Palacios, recorrí por primera vez los pueblos de Recoveco, Caimanero, la Guamuchilera en 1980, formando comités de base del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT). Fue en Caimanero, en casa de Alfredo Fuentes, cuando escuche una canción de los Cristeros, de boca de Alfredo Fuentes. La letra de la canción hablaba del enfrentamiento entre comunidades campesinas, apoyadas por la Iglesia Católica, contra el Gobierno Federal. Esto se dio en el Bajío, a finales de la década de los 20´s del siglo pasado (1926-1929). Por cierto, Alfredo Fuentes, acaba de cumplir 100 años.
En Recoveco recuerdo a la familia de Arsenio que estaba a la entrada del pueblo, y a la familia Iribe, destacados productores agrícolas. El negro Iribe fue un militante destacado del PMT, que llegó a graduarse de Ingeniero Agrónomo en la UAS. En esa época la región estaba tranquila, hoy es otra cosa.
El Profe Cruz, llegó a Recoveco a trabajar en el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario 133 (CBTA), el día 5 de febrero de 1985. Y el día 6 de marzo de 2002, se inició el primer festival cultural en las instalaciones de la CBTA 33.
“Cientos de globos amarillos amarrados a las sillas esperaban ansiosos a que los soltaran para romper el cielo y llegar hasta el Nobel para recordarle que en este diminuto pueblo de poco más de mil habitantes se lee su obra, pero también de los escritores locales que buscan dar a conocer sus creaciones. Volaron liberadas mariposas amarillas y los girasoles gigantes zigzaguearon al compás del viento y del sol y bailaron la canción de Macondo, la de sus Cien años de soledad, la de la estirpe de los Buendía, de José Arcadio, Aureliano, Mauricio Babilonia, el gitano Melquiades, Remedios la bella, Amaranta y la matriarca Úrsula Iguarán. Una docena de estudiantes y el Profe Cruz iniciaron la aventura que hoy hace eco en todo Sinaloa y se sabe en el país”, texto del libro de Guillermo Gallardo, El realismo mágico del Profe Cruz.
El Profe Cruz, decía qué si un solo estudiante se convertía en lector, estaba satisfecho y había valido la pena el trabajo realizado. La lectura significaba un paso más grande que el que dio Neil Armstrong, cuando caminó por la luna en 1969.
Antes de realizarse la primera tertulia, el Profe Cruz, prestó a los alumnos de la CBTA 33, las obras de García Márquez que él tenía, tales como, Cien años de soledad, El coronel no tiene quién le escriba, El amor en los tiempos del cólera, Crónica de una muerte anunciada.
El éxito de la primera tertulia fue grande y el Profe Cruz se emocionó. Dicha actividad nunca se había hecho en Recoveco, en esa zona con graves problemas económicos, sociales y de seguridad. Pensó que ese era el camino que debería seguir para sacar a los jóvenes del marasmo y el peligro inminente en que se encontraban. Tenía que repetirse.
“Esto lo tiene que saber el Maestro”, comentaba el Profe Cruz, con los que platicaba del evento. Y se dedicó a contactar a García Márquez con la terquedad y empeño de siempre. Todo lo que se proponía lo convertía en realidad. Y conoció a García Márquez, y hasta su casa entró: “por esta puerta entran los amigos”.
En este 6 de marzo se cumplió el aniversario número veintitrés del Festival Cultural “Gabriel García Márquez”. Se ha logrado en estos años cambiar la vida social de su pueblo adoptivo y ha sido ejemplo nacional de promoción de la lectura con presentaciones de libros comentados por sus propios autores, conferencias, manifestaciones culturales sobre la obra de Gabo, música, teatro, cine, reuniones de clubes de lectura, animación lectora, pintura, entre tantas actividades en las que se benefician niños de kínder, primarias, secundarias y adolescentes de bachillerato de todo Sinaloa, así como las comunidades de los alrededores, las amas de casa, los campesinos, ganaderos y comerciantes.
En este Festival número veintitrés, acompañé al escritor, Ricardo Carrillo Damasco, quien presentó su libro, Los demonios de la calle, y, además, tuve la oportunidad de presenciar la presentación del libro Dios no escucha el chillido de los cerdos, del escritor y promotor cultural, Alfonso Orejel, de Los Mochis, Ahome, Sin. Pero lo mejor de todo es que con el actual director de la CBTA 33, Prof. Manuel Ochoa Méndez, está asegurada por muchos años, la continuidad del Festival Cultural “Gabriel García Márquez”.
Para la elaboración de este artículo se consultó: Guillermo Gallardo, El realismo mágico del Profe Cruz, Colección amonite, 2025.
