Jesús Óscar Cabanillas Flores nació en Culiacán, Sinaloa, el 24 de diciembre de 1946. Desde niño mostró una gran inclinación por el teatro, pues en la casa paterna montó pequeños espectáculos con su hermana Carmen María.
Estudió su preparatoria la estudió en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), pero el “Culiacán de las Maravillas”, como él le llamaba, no le ofrecía la posibilidad de estudiar la carrera universitaria que él deseaba, por lo que tuvo que trasladarse a la Ciudad de México a estudiar la carrera de teatro en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Sus estudios los habría de ampliar en Europa. Aquella estancia en la ciudad de México, a la que convirtió en su residencia alterna, lo cambió radicalmente. En ella hizo una pequeña carrera de actor, pero lo suyo era la dramaturgia. Así escribió su primer libro, La piña y la manzana, publicado por la editorial de la UNAM.
La carrera de Óscar Liera fue meteórica, pues desde la salida de su primer libro hasta la última obra de teatro que escribió transcurrieron poco más de diez años. Esta vida intensa lo llevo a formar el grupo de teatro Apolo, el Taller de Teatro de la Universidad Autónoma de Sinaloa (TATUAS) y otros grupos de teatro en el norte y sur de Sinaloa.
Con el TATUAS empezó por montar espectáculos poéticos de escritores españoles, pero el salto de Óscar Liera como dramaturgo fue con la escritura y montaje de sus grandes obras sociales, como El jinete de la divina providencia, Camino rojo a Sabaiba y Los caminos solos. Con el TATUAS realizó giras de carácter nacional e internacional y obtuvo preseas. Él mismo ganó dos veces el premio Juan Ruíz de Alarcón, en 1987 y 1988. También es grande su aportación al movimiento teatral del noroeste de México, donde impulsó la creación de las muestras regionales de teatro.
El Jinete de la Divina Providencia y Dulces compañías fueron llevadas al cine. Actualmente su obra está publicada en el Fondo de Cultura Económica y en la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Óscar Liera fue un gran rebelde que se opuso al poder que oprimía, fuera este civil, universitario o religioso. Es célebre la disputa que mantuvo con el gobernador Antonio Toledo Corro, y en general con todo lo que fuera signo de opresión y maltrato a las clases más desprotegidas.
No toleraba los abusos de las autoridades. En una ocasión se estacionó por la mañana fuera de DIFOCUR por el malecón Niños Héroes, y un tránsito le pidió que moviera su vehículo porque esos espacios estaban apartados para una autoridad estatal. Óscar Liera le dijo que no iba a mover su vehículo, que ese estacionamiento era público. El tránsito le levantó una infracción.
Días después, Óscar Liera convocó a la ciudadanía de Culiacán, se hizo una colecta y se marchó de la plazuela Obregón a las instalaciones de la Dirección de Tránsito a pagar la multa indebida. ¡Ese era Óscar Liera!.
En la campaña presidencial de 1988, se afilió al Partido Mexicano Socialista (PMS) para apoyar la candidatura del Ing. Heberto Castillo. Al ceder el Ing, Heberto Castillo su candidatura a Cuauhtémoc Cárdenas, Óscar Liera presentó su renuncia al PMS, a quien escribe este artículo.
Óscar Liera gozó de su prestigio en vida, pero a su muerte su teatro ha cobrado un matiz internacional, pues montajes de sus obras se han realizado en España y otros países. Sus obras son montadas y repuestas una y otra vez en Sinaloa.
En el próximo mes de agosto el nombre de Óscar Liera será colocado en letras doradas en el Congreso del Estado de Sinaloa.
Para la realización de este artículo se retomó la información de la iniciativa de ley elaborado por el Dr. Juan Salvador Avilés Ochoa.
