Inés Amelia Camelo Arredondo nació en Culiacán, Sinaloa, el 20 de marzo de 1928. Su padre fue el doctor tabasqueño Mario Camelo y su madre Inés Arredondo Ceballos.
Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Montferrant, donde se destacó como una alumna brillante. En aquellos tiempos no había en la ciudad de Culiacán carreras universitarias, por lo que Inés Arredondo partió a la ciudad de Guadalajara a estudiar el bachillerato.
Fue una mujer pionera en emigrar a otra ciudad para ampliar sus estudios. Posteriormente se trasladaría a la ciudad de México con el apoyo de su abuelo Francisco Arredondo, en esa ciudad estudiaría en la Escuela de Filosofía y Letras de la UNAM en el antiguo edificio de Mascarones, donde se graduó con una tesis sobre el poeta del grupo Contemporáneos Jorge Cuesta.
Su estancia en la ciudad de México no impidió que conservara un fuerte lazo cultural con la tierra que la vio nacer, Culiacán. Ciudad donde creó un grupo de teatro y montó obras en los escenarios universitarios.
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Su primer libro fue La señal, con el que obtuvo un éxito de crítica. Obtuvo el premio Xavier Villaurrutia con su segundo libro, Río Subterráneo. Desde la salida de su primer número Inés Arredondo fue considerada una escritora de culto y obtuvo el reconocimiento unánime de los escritores de la generación del Medio Siglo, a la que ella estuvo muy cercana. A La señal le siguió Los espejos. El conjunto de su breve obra la ratificó como una cuentista latinoamericana de gran calidad. Su obra incluye un cuento para niños, fue breve pero intensa y se publicó en las editoriales más prestigiadas de América Latina: Joaquín Mortiz, ERA, Siglo XXI Editores, y el Fondo de Cultura Económica (FCE).
Durante el gobierno del Lic. Francisco Labastida Ochoa, la editorial Siglo XXI creo la colección de nombre ONCE RÍOS. Uno de esos libros es Río Subterráneo.
Dos de sus cuentos fueron convertidos en películas: La Sunamita y Mariana. Ambas están filmadas en lugares de Culiacán.
La Universidad Autónoma de Sinaloa le otorgó el doctorado honoris causa en 1988; previamente en 1986 el Gobierno del Estado de Sinaloa le había otorgado la medalla Bernardo Buelna. Inés Arredondo ganó la beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, pero lamentablemente no la pudo disfrutar ni concretar, la muerte la sorprendió en la ciudad de México el 2 de noviembre de 1989.
En los próximos días, gracias a la iniciativa de Ley mandada al Congreso del Estado de Sinaloa por el Dr. Juan Salvador Avilés Ochoa, y familiares de la escritora Inés Arredondo, su nombre quedará escrito en letras doradas.
El contenido de este artículo se hizo tomando como referencia principal la iniciativa de ley escrita por el Dr. Juan Salvador Avilés Ochoa.
