Culiacán del desgarriate total, Sinaloa, 29 de mayo 2023. La ocupación temporal, a fin de no obstruir una obra prioritaria, de vías férreas en el sureste mexicano, que nunca debieron privatizarse, propiedad ahora del “Grupo México”, de Germán Larrea Mota Velasco, privado iniciativo seriamente cuestionado por andanzas que, en contubernio con gobiernos anteriores, rayan en la ilegalidad, se ha convertido en asunto de cínica propaganda a cargo del prianredismo y sus promotores del billete.
Sin empacho, en el colmo de la desfachatez, los opositores a la llamada Cuarta Transformación han calificado la legal acción del gobierno como “expropiación” de apenas 120 kilómetros de vías, de paso necesario para el tren Transistmico, y han llegado a decir que lo que sigue es la confiscación de casas y bienes de particulares.
LAS VÍAS SON DE LA NACIÓN
Nada más falso. La medida se hizo obligada por la cerrazón del grupo Larrea, quien exigía 9 mil 500 millones de pesos, que se les pagarían del erario, casi como “derecho de piso”.
Además, es una tontería hablar de “expropiación”, pues se trata de concesiones que se otorgan o se revocan. Las vías son propiedad de la nación.
En el colmo de la manipulación mediática, han llegado a decir los epígonos del prianredismo que, por la ocupación temporal de 120 kilómetros de vías, México ha entrado a “un proceso de comunismo o socialismo como el de Venezuela” (donde, por cierto, eso del comunismo ni de lejos sucede).
LA COMPLICIDAD DEL PRIAN
Ferrocarriles Nacionales de México, y muchas empresas relacionadas, fueron privatizados por el presidente priista Ernesto Zedillo. Son más de 26 mil kilómetros de vías que han sido usufructuadas por empresarios claramente vinculados al gobierno de entonces y a la “oposición” de hoy.
Uno de esos privados iniciativos, que se han llenado la bolsa con sus lucrativos negocios, gracias a la privatización de las vías férreas, es Germán Larrea.
No hay que olvidar lo que evidencia el contubernio gobierno-empresarios afines: Zedillo, al terminar su sexenio, pasó a formar parte del Consejo de Administración de una de esas empresas.
Además, Fernando Gómez Mont, secretario de Gobernación en el gobierno panista de Felipe Calderón, es prominente asesor del Grupo México.
La privatización de Ferrocarriles Nacionales ha ocasionado un daño innegable a la nación, pero eso no le importa a la privada iniciativa, ni a sus empleados del prianredé y demás.
Les asusta, sin duda, la expropiación, que bien puede darse en varios rubros de la economía nacional, y que es precisamente lo que se debiera hacer.
LA INSULTANTE RIQUEZA
El “magnate” Larrea, admirado por la ultraderecha mexicana, dueño de “Grupo México Transportes”, se dijo sorprendido por la “inusitada” ocupación de “sus” 120 kilómetros de vías, ya que estaba negociando una jugosa “indemnización” que ninguna base legal tendría.
Que siguen “negociando”, y pensando la “estrategia” (siempre han sido burdas triquiñuelas) dicen los de tal grupo, encabezado por Larrea, cuya fortuna pasó de poco más de cuatro mil millones de dólares a casi 30 mil millones en lo que va del sexenio.
Su riqueza ha aumentado siete veces con el actual gobierno, pero quiere más. No tienen llene.
EN EL TINTERO
- En lo que va de este sexenio, la utilidad de la banca “mexicana” es de 771 mil millones de pesos, más del 70% que en el sexenio pasado.
- Que continúen obteniendo “ganancias legítimas y razonables”, les dijo AMLO a los banqueros en su reciente convención. ¿Legítimas y razonables?
- Lo dicho, es el huevo de la serpiente: conciertos neonazis, jornadas de “formación y militancia” y una anunciada “gran concentración nacionalista” en Monterrey (que por lo pronto fracasó) son los signos más recientes de lo que está promoviendo la ultraderecha mexicana.
- Casi en la misma sintonía, ayer, los “defensores” de la ministra Piña, de la “suprema corta”, patrocinados por el prianredismo, agrediendo, insultando y destruyendo las cruces de Ayotzinapa en una manifestación “pacífica”. Así van.
- Injurias, ataques directos derivados del racismo y la xenofobia, como en Berlín y otras ciudades de Europa contra los inmigrantes, son ya habituales, en efecto. Lo mismo pasa en España que en Holanda y demás países “civilizados” del mal llamado “primer mundo”.
- Sin solución alguna (todos se hacen de la vista gorda) continúa la violación a la Constitución por parte del gobierno en los llamados “retenes”, del tipo que sean, mismos que propician la criminalidad en lugar de combatirla efectivamente.
Al respecto, sólo la desvergüenza oficial. ([email protected]).
