Apabullados por la evidencia de su absolutamente ineficaz oposición, del fracaso de la campaña de mentiras, calumnias, vulgaridades y ofensas al por mayor. A pesar de la red de complicidades internas y externas, del claro apoyo de los grandes medios de Europa, Estados Unidos y otros países presa del capital, la ultraderecha mexicana y sus aliados no encuentran salida.
Sin más creatividad recurren a las artimañas trilladas, las que fuera del sector fanático, nadie cree, que se han devaluado sin remedio: el “fraude”, con cerca de 36 millones de votos; la “elección de Estado”, cuando pudieron hacer y deshacer sin medida; el “autoritarismo”, cuando la permisibilidad ha llegado al libertinaje.
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¿Qué hacer? Se preguntan “estrategas” del sin sentido, que han visto caer todas sus trampas, sus mentiras, sus calumnias sin justa respuesta, por cierto, lo que deberá cambiar.
Y no se les ocurre más que volver a pedir la “ayuda” del capital transnacional, presto a defender sus oscuros intereses donde sea y a como sea.
Es la jugada desesperada, la que está en curso, pero que irremediablemente fracasará, como pronto se verá.
UNA JUSTA RESPUESTA POPULAR
Prácticamente todo lo que previmos se cumplió al pie de la letra: perdió la oligarquía por más de dos a uno; el PRD perdió el registro y poco le falta al PRI (sucederá dentro de tres años); el PAN, dividido sin remedio, no logrará recuperar el estatus perdido; Morena alcanzó la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y sin problemas lo hará en el Senado, con sus alianzas.
En suma, el pueblo de México dio una rotunda respuesta a la ultraderecha, al conservadurismo más nefasto, a la corrupción contra que la que se viene luchando sin tregua desde hace seis años, lucha que debe seguir, tiene que seguir, por el bien del país, por difícil que sea.
México, ha quedado claro, es más grande de lo que extranjeros y traidores piensan.
LOS MITOS CAEN SIN REMEDIO
Hace unos días, antes de que un padecimiento respiratorio nos sacara de circulación por más de una semana, advertimos que no han sido pocos los defensores de la corrupción prianista y los privilegios oligárquicos, cuyos prestigios, presencias y actoría se derrumbaron; que la evidencia de su entreguismo y desprecio el pacto social, su negación del interés general, presentó factura.
Sin asomo de duda, los figurones de las empresas mediáticas, al tiempo que se daban vuelo en la ofensa y en la diatriba, sentaron las bases de su descalificación ética, incluso profesional.
PERO SEGUIRÁN AL ACECHO
También dijimos que “no se crea que pasada la elección (la desesperación oligárquica está en curso) terminará la andanada mediática, la intromisión extranjera, las presiones internacionales de los gobiernos en manos del capital y las complicidades locales”.
Eso ya se está viendo y reiterar que será la unidad de los mexicanos más conscientes lo que ha de salir al frente.
Es en ese contexto que se ha venido atacando desde el exterior, y con sus cómplices locales, la paridad cambiaria peso-dólar y las operaciones de la Bolsa Mexicana de Valores.
Tratan de asustar con el petate del muerto y pretenden ignorar que los intereses del capital finalmente se imponen y tendrán que recular como pronto de verá.
PERDERÁN DE NUEVO
Los especuladores se frotan las manos pero sus cálculos pronto están cayendo, el llamado “súper peso” regresará más pronto de lo que imaginan, los “contrapesos” del capital rapaz no funcionarán esta vez.
Piensan en Wall Street, en el Departamento de Estado gringo, en las centrales bancarias de Europa, que podrán someter a México con sus aspavientos, pero no resultará.
No podrán y su verdadero temor es a la fortaleza democrática de nuestro país, la grandeza de miras que más de 35 millones de votantes han mostrado. A eso le temen.
EN EL TINTERO
-Apenas convaleciendo, el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos, ni hablar. Gracias por sus mensajes. La vida sigue.
-El “primer mundo” de pacota (más bien sus dueños, los de la lana) se metió de lleno en la sucesión presidencial mexicana, apoyando al prianismo con dinero, con los medios “informativos” a su servicio, mentiras y chantajes, pero ni así. ([email protected]).
