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Melissa, la oportunidad y los obstáculos

Hace exactamente dos años escribí por última vez esta columna. La pandemia del COVID-19 cuando apenas iniciaba, no solamente nos obligó a quedarnos en casa, sino...

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Hace exactamente dos años escribí por última vez esta columna. La pandemia del COVID-19 cuando apenas iniciaba, no solamente nos obligó a quedarnos en casa, sino que nos obligó a detener algunas actividades, como esta, de redactar, algo que venía haciendo durante más de 40 años ininterrumpidos.

Hoy retomo el deseo de teclear y de desempolvar mi laptop, porque me llena de orgullo estar tan lejos de mi tierra cubriendo lo que tanta pasión hice durante muchos años, pero al mismo tiempo algo melancólico porque estoy lejos, bastante lejos de mi familia.

Me encuentro en Melbourne, Australia, a más de 8 mil kilómetros de Sinaloa. Acompaño a la eldoradense Melissa Esquivel, quien en menos de cinco meses tiene una segunda oportunidad de convertirse en campeona del mundo, quien de conseguirlo, pasaría a la historia como la tercera boxeadora de mi estado en alcanzar la cima.

Melissa tuvo su primera gran oportunidad en Puerto Vallarta el 26 de noviembre del 2021. Allí perdió por puntos divididos con la capitalina Érika Cruz. Esquivel encontró muchos obstáculos para alcanzar su objetivo, que sin que suenen a pretextos, la diezmaron física y emocionalmente.

Vivió un momento difícil y complicado tras esa batalla, porque sacó una ligera lesión en la cabeza que la obligó a permanecer unos días más en el famoso balneario del Pacífico mexicano. Con la atención escrupulosa del médico Antonio Salazar y de algunos neurólogos, su evolución fue muy rápida. Los estudios a los que se sometió arrojaron resultados positivos, que le permitieron acceder a esta segunda oportunidad el próximo miércoles 20 aquí en Melbourne.

Con todo y su derrota en Vallarta, la sinaloense no perdió escalones en el ranking. La Federación Internacional de Boxeo, por ejemplo, le respetó su posición de número uno del mundo y la protegió como retadora obligatoria, luego de que la campeona en la división Supergallo de dicho organismo, declinó al título.

Melissa buscará cristalizar ese sueño muy lejos de su patria y de los suyos. Siempre tuvo la ilusión de que su familia, amigos, etc., le vieran disputar en su casa un campeonato, pero las oportunidades se deben de aprovechar de donde vengan y por esa razón está en Australia, en donde espera que no tenga que pensar en una tercera batalla.

La clasificada número dos de la FIB es la australiana Chernekka Johnson, arropada y protegida por la empresa que montará la pelea aquí en Melbourne, y por consecuencia favorita del público. Sabe Esquivel que su adversaria goza de algunos privilegios y ventajas a la hora de la suma de puntos, por eso estará obligada a ganar con toda claridad.

MUY ESTRESANTE

Llegar aquí fue estresante. En un momento la pelea se vino abajo, pero afortunadamente para Melissa, las cosas dieron un giro de 180 grados a su favor.

A la empresa le faltó sólo pedirle el acta de defunción. Los requisitos se exigieron casi a diario con cosas diferentes, desde su nivel de estudio, carrera deportiva y vida personal. También fue para el resto del equipo. Pero cuando ya parecía estar todo listo, brotó el problema de salud que vivió en Vallarta. Se hicieron nuevamente todos los estudios, pero los australianos fueron muy desconfiados. Querían los resultados hasta notariados.

Al final de cuentas la terminaron aprobando, pero no sin antes castigarla sicológicamente con doble motivo. El segundo, traerla con poco margen de aclimatarse y de acostumbrarse al horario (aquí son 18 horas más que Culiacán). Los vuelos se convirtieron en un problema, y terminaron por concretarse apenas el martes por la tarde-noche.

Melissa, un servidor y el manager Marco Antonio Santos, hicimos el viaje que empezó desde las 3:00 de la mañana del miércoles, para salir en un vuelo de las 6:00 AM rumbo a Tijuana. La densa neblina que azotó parte de la ciudad, nos obligó a salir dos horas más tarde, no sin antes descender del avión. Cruzar por el puente que conecta a Estados Unidos sin salir del aeropuerto fue otra odisea. Inmensa fila (por las vacaciones de Semana Mayor) para poner los pies en territorio estadounidense, y esperar dos horas a que hiciéramos el viaje vía terrestre a Los Ángeles.

Las 16 horas de vuelo directo que inició a las 10:00 de la noche del miércoles y llegar a las 6:00 de la mañana de hoy viernes 15 de abril, estuvo mortal.

Ya comentaré después todo lo que se viene.

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Luis Alfonso Félix

Luis Alfonso Félix

Columnista

Luis Alfonso Félix

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