Al momento

Mazatlecos expuestos

Largas filas de turistas para entrar al acuario, el Mercado Pino Suarez con bajas ventas de productos de consumo local pero altas en recuerdos turísticos y...

| Internet

Largas filas de turistas para entrar al acuario, el Mercado Pino Suarez con bajas ventas de productos de consumo local pero altas en recuerdos turísticos y el malecón y playas llenas son imágenes que se han visto en Mazatlán durante las últimas semanas.

Qué bueno. Lo malo es que todo con un alto grado de relajamiento en cuanto a medidas preventivas ante la posibilidad de contagio de COVID-19, como el uso de cubrebocas y la sana distancia.

Un alto porcentaje de los turistas se resiste a algo tan básico como el uso de cubrebocas y se molesta si se le llama la atención para que lo haga.

Los propios comerciantes y prestadores de servicios reconocen que lo que está moviendo al puerto son los visitantes, mientras que los mazatlecos han optado por el confinamiento forzado empujados por el temor a la pandemia.

Los hoteles se llenaron y ante ello los turistas se volcaron sobre departamentos y casas particulares que son rentadas durante temporada alta, invadiendo prácticamente el puerto.

Algunos amigos y familiares que viven y trabajan en el puerto confirmaron el sentimiento de una especie de abandono de parte de sus autoridades, que han privilegiado en todo momento el turismo, que es muy importante para la economía local, es cierto, ante la salud de los porteños.

Nunca se logró, porque es posible que no se haya buscado, un punto de equilibrio entre la economía y la salud, y en cambio se ha minimizado el gran riesgo de contagio y atribuido al amarillismo de la prensa la información sobre el alza de casos de COVID.

Y pese a todo, la invitación permanente y sin límites del gobierno a los visitantes, como si nada estuviera pasando, mientras que en otros municipios se ponen filtros en accesos y se cierran espacios de concentración masiva.

Complejo problema, partiendo de que el motor que mueve la economía del puerto es el turismo, y que sin visitantes no hay generación de empleos ni derrama económica. Pero sin cuidados a la salud no hay vida. 

No se puede hablar de cierre total de establecimientos por el impacto de ello en la economía, pero sí sería posible de parte de las autoridades un mayor control sobre las condiciones en que podrán operar los negocios que puedan hacerlo.

Muchas familias se han recluido en sus domicilios y salen a lo esencial, mientras los visitantes se han apropiado del puerto, lo lamentable es que sin real conciencia sobre la necesidad de apegarse a los protocolos elementales de prevención.

Un alto porcentaje del turismo en el puerto es de relajo puro y el resto de familias que quieren pasar algunos buenos días de descanso, pero el factor común en todos, ya por el solo hecho de atreverse a salir en medio de la pandemia, es que no hay temor al contagio cuando menos en estos momentos de repunte.

Fuente: Internet

Al momento

Suscríbete a nuestro boletín

Para tener la información al momento, suscríbete a nuestro boletín en el tendrás las últimas noticias de Sinaloa, México y el mundo.