Cuando se habla de éxito empresarial, muchos piensan en números fríos, estrategias agresivas y competencia feroz. Pero hay quienes logran demostrar que los negocios también pueden hacerse con valores, con cercanía y con un profundo respeto por la gente.
Y ahí es donde entra el nombre de Luis Armando Kuroda San, un sinaloense de los que hacen la diferencia, de los que no solo trabajan para crecer, sino para dejar huella.
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El pasado fin de semana, en la cena de gala de la Confederación Mexicana de Ejecutivos de Ventas y Mercadotecnia (COMEV), Luis Armando fue el protagonista de la noche. Recibió el Galardón a la Mercadotecnia Nacional 2025, un reconocimiento a su trayectoria y al impacto que ha tenido con Grupo Interceramic, empresa que fundó en Culiacán en 1996 y que hoy cuenta con 17 sucursales en Sonora y Sinaloa.
Pero más allá de los logros empresariales, lo que dejó a todos con un nudo en la garganta fue su mensaje. Porque no habló de crecimiento, ni de estrategias de mercado, ni de balances financieros. Él, con la voz entrecortada, habló de amor.
“Se necesita amor para desarrollar un equipo de trabajo y día a día salir adelante”, dijo con esa seguridad que solo da la experiencia.
Y así, con una frase que para muchos podría sonar ajena al mundo de los negocios, dejó claro que su éxito no es solo cuestión de marketing, sino de valores.
Porque no se trata solo de vender pisos y azulejos. Se trata de generar empleos, de fortalecer la confianza del cliente, de hacer negocios con ética y cercanía. Y eso, en un mundo donde muchas empresas solo ven números, es digno de reconocimiento.
Otra cara de Sinaloa
No todo en Sinaloa es violencia y malas noticias. En esta tierra también hay historias como la de Luis Armando Kuroda San, que nos recuerdan que aquí hay gente trabajadora, gente que construye y genera empleos.
Es cierto que Sinaloa tiene su lado complicado, pero también tiene hombres y mujeres que hacen las cosas bien, que ponen en alto el nombre de la entidad y que nos demuestran que el éxito no está peleado con los valores.
Si alguien anda buscando inspiración, que voltee a ver la historia de Luis Armando Kuroda San.