Aquellos que pronosticaron una extensión de la serie entre Algodoneros y Cañeros al menos a seis juegos, han acertado. Pero no se necesitaba ser un erudito en béisbol para que un vaticinio así se cumpliera. Desde que ambos ganaron el boleto para la gran final de la Liga Mexicana del Pacífico, todo se podía esperar, menos que el desenlace de esta batalla hubiese sido en cuatro partidos.
Guasave no hizo valer al cien por ciento el disputar tres encuentros en casa, pero sí hizo lo suficiente para evitar ser humillados ante su propia gente. Se impusieron en dos ocasiones y con ello se volverán a subir al camión para realizar ese último viaje regresando a Los Mochis, donde las cosas se le complicaron en el arranque de este compromiso, cuando perdieron los dos primeros juegos.
Y precisamente uno de esos dos juegos está pesando no solamente a los jugadores, sino en esa afición ávida de un campeonato. Aquel mal relevo de Brandon Koch, que pudo haber empatado 1-1 la serie, cobra en estos momentos un gran valor. El cerrador blanquiazul regresó a la acción tras una lesión, pero no con la misma efectividad, que lo caracteriza como uno de los taponeros más confiables.
El cañonazo de Roberto Valenzuela para igualar los cartones 2-2 y enseguida el jonrón de Rodolfo Amador, que los dejó tendidos, son precisamente los que tienen colocados a los Cañeros en la antesala de este título que no obtienen desde hace 20 años.
Con la serie a favor 3-2, los Cañeros tendrán la oportunidad de romper esa sequía ante su público.
Pocos se han levantado de un 1-3 para coronarse. Ganar tres juegos no resulta nada fácil. Pero con la motivación que les dio esa victoria del jueves y la confianza de que Jeff Kinley pueda tener una actuación similar o mejor a la de aquel segundo partido ¡aguas! que los Algodoneros pueden hacer la travesura.
DESORDEN. A la directiva de Los Mochis le faltó más atención en su logística para que no sucediera lo que sucedió: esa loca estampida en el afán de alcanzar un boleto para el aficionado, y decenas para los revendedores.
Las imágenes que circularon este viernes en redes sociales, donde derribaron un cerco de protección, desnudan la poca atención que para el caso se aplicó. ¿Que hubo gente lesionada? al parecer sí. Todo eso se hubiera evitado contemplando más seguridad.
En lo sucesivo y para evitar incidentes como este, lo más correcto sería vender la serie completa (cuatro juegos) y solucionan todo. Que si no se celebraron el sexto y séptimo partido, muy fácil, ¡regresan el dinero!