Ante el avance del candidato republicano en las preferencias electorales para las elecciones presidenciales de los Estados Unidos el mundo comienza a preguntarse: ¿Qué tan peligroso es Donald Trump para los intereses de cada país? La organización Economist Intelligence Unit, elaboró un índice de riesgo en caso de que el personaje sea el ganador. Le llamaron así: Trump risk index. Supe de él por mi compañera en la Mesa de Análisis Araceli Tirado, quien en uno de sus acertados comentarios citó las opiniones de mi profesora María Amparo Cazar, a mi juicio, una de las politólogas y analista más importantes de México.
El índice busca medir de manera cuantitativa los riesgos que tienen 70 países del mundo ante el cada vez más cercano escenario de un nuevo mandato republicano. Evalúa siete decenas de países que tiene tratados comerciales con EUA. Migración, comercio y seguridad son las áreas más vulnerables en los cambios que se prevén según las plataformas electorales de Trump.
El impacto global que provocaría el nuevo gobierno en nuestro vecino país del norte, es tomado como un hecho. Pero según el índice, no es lo mismo lo que padecería España, Singapur o Israel, en comparación con México, Costa Rica y Alemania, los tres países más expuestos a consecuencias negativas según el estudio. México es el país con el mayor riesgo potencial por varios factores: las relaciones comerciales, la frontera compartida, la inversión extranjera proveniente de empresas norteamericanas, las remesas de los migrantes y el marco arancelario definido en un tratado trinacional. Nada está escrito en los planes que tendrá Trump para México, pero según el índice de riesgo, nada bueno saldrá de una violenta política de seguridad y el endurecimiento de la postura migratoria.
Pero el riesgo no solo es para países limítrofes, en otros continentes, los gigantes asiáticos de China y Japón también están enlistados en los primeros lugares de riesgo. Sobre todo, por la competencia económica que tienen con los norteamericanos en el desarrollo de tecnologías, cibernética, automotriz y hasta farmacéutica. Con China se analiza también un riesgo de seguridad y política migratoria. Según el discurso de los republicanos, uno de los grandes males que afecta la salud de los estadounidenses es por el consumo de drogas, y según declaraciones de senadores y representantes aliados de Trump, el gigante asiático tiene un papel preponderante en la elaboración de precursores químicos de las drogas sintéticas consumidas en las calles de la unión americana.
Alemania está enlistado como una de las potencias que tendrían mayores repercusiones. En 2022 el volumen de exportaciones de Alemania a los Estados Unidos fue de 153 mil millones, mientras que las exportaciones de EUA al mercado alemán llegó a los 71 mil millones. Los productos y servicios Alemania a EUA son autos, medicinas, y artículos médicos. De Estados Unidos para Alemania se vendieron principalmente vehículos, alimentos y petróleo.
Los menos perjudicados serian naciones como Australia y Arabia Saudita, aunque existen convenios de relaciones comerciales, no se han categorizado riesgos mayores para las relaciones económicas, políticas o migratorias de esos dos países, tan lejanos entre si.
Según los análisis del índice, la política de Donal Trump será radicalmente proteccionista, enfocándose principalmente al cuidado de las exportaciones de productos como: Petróleo y derivados, automóviles, circuitos integrados (chips), médicos-farmacéuticos, industria aérea en aviones, helicópteros y tecnología espacial, así como productos agroalimentarios como el maíz. Por su parte, buscará por todas las vías posibles, abaratar los costos de importación de petróleo crudo, medicamento, computadoras y softwares, equipo de transmisión. Para el caso de vehículos ensamblados, autopartes y componentes, prácticamente estará cerrando fronteras, salvo para las maquiladoras en el extranjero de la industria automotriz americana.
De manera general, estos son los riesgos potenciales que el mundo enfrenta ante el cada vez más cercano triunfo de Donald Trump. Sin espantarse con el “petate del muerto”, y en la sobrevivencia de su primer mandato yo solo podría decir: Si algo nos ha mostrado la historia de este lado del rio Bravo, es que, la suerte de nuestro país no está en el triunfo de demócratas o republicanos. Dijeran los más sabios de mi pueblo: “con todos es la misma chingadera oiga”. Luego le seguimos…