Desinformación, información a medias o nula en lo sustancial, crédito a la simple especulación, carta libre al rumor o a la dudosa versión de delincuentes y abogados interesados, eso y más es lo cotidiano en casi todos los medios y en la lectura de consignas de las y los “comunicadores” claramente vinculados a la oposición de rosa en este país.
Y en esas desviaciones también tienen responsabilidad las autoridades del ramo que no proceden con la atingencia necesaria.
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El hecho es que, vulnerada la capacidad de análisis y reflexión de una sociedad cautiva de las “redes”, atornillada a los instrumentos de la tecnología del control social, permeada por la subcultura del aprovechamiento de sus semejantes, del consumo, el ocio que desvía y aliena, el panorama es sencillamente deplorable.
¿NO HAY MÁS FUENTES?
“Comunicadores”, particularmente de los grandes medios radiofónicos y televisivos de la Ciudad de México, parecen no tener más fuente “periodística” que la repetición de consignas políticas contra los gobiernos en turno y en la emisión de mensajes falsos, calumnias y claras agresiones que son retomados por receptores cuya “información” se remite exclusivamente a las tales “redes”.
Hay centenas de casos, desde la “investigadora” Anabel Hernández que nunca presenta pruebas de sus atrabiliarios dichos, pasando por figurones que deben su rating a las críticas del presidente López Obrador, como López Dóriga, Gómez Leyva y otros más, hasta la señora Azucena que se cambia de chamba, mejor pagada, y abusivamente deja correr la especie de que fue culpa de AMLO.
¿SI “ME DIJERON” ES CIERTO SIN MÁS?
La amplia difusión, con el acuerdo de no pocos medios, sin más, con la supuesta “carta” o “comunicado” de Zambada, que difundió un abogado de prácticas más que conocidas, ilustra sin sombra de duda las desviaciones que se expresan hoy por hoy en nuestro país.
El periódico “El Universal”, por ejemplo, cabecea una nota diciendo que “el Mayo Zambada revela sus nexos con el gobernador de Sinaloa”, aunque en el cuerpo de la nota tiene que poner lo que en la supuesta carta se dice: “me dijeron que, además de Cuen, iba a estar el gobernador Rocha”, pero resulta, y lo saben, que éste no se enteró no estaba en el estado, nada supo.
“Le dijeron”, dice el Mayo, pero nada confirmó, no habló previamente con el gobernador, y de manera increíble alguien con su experiencia fue a la supuesta reunión donde “le dijeron” que iba a estar Rocha, pero no estaba, no lo vio y supinamente se metió a la trampa que, otra vez, dice, le tendieron.
DE LO QUE SE TRATA
Por su parte, Max Vigil, que fue director de la DEA, asegura que la carta atribuida al ‘Mayo’ Zambada “fue escrita por sus abogados, basándose en información de inteligencia”.
¿Y a quien le interesa difundir ese tipo de “información”? A la DEA, por supuesto, al Departamento de Estado de Estados Unidos, instancias en pugna con el actual gobierno, al que buscan desprestigiar, atacar, debilitar.
Pero los comunicadores claramente vinculados con el tal Claudio X nada analizan, no les importa, solo “infieren” lo que les interesa, a tono con las consignas que la desvaída “oposición” política trasmite.
Hay que alimentar el morbo, decir lo que sea aunque no tenga sustento y satanizar desde ya. Es lo que hace la lectora de boletines a modo, Uresti, quien da por hecho que Rocha es cómplice, culpable desde ya, y con su ficticia solemnidad pregunta: “¿Ya lo vamos a exculpar” y otro de la tandariola en su programa se anima a más: “debe separarse del cargo para ser investigado”.
Hay muchos más casos, que seguirán, es su tarea, y ese no es el periodismo que merece nuestro país.
EL ABOGADO PÉREZ
Frank A. Pérez, el abogado que difundió la supuesta carta de Zambada, trabajó en la fuerza aérea de Estados Unidos, fue detective de narcóticos y asesor de Vicente Zambada Niebla, cuya liberación negoció.
Su licenciatura es en Artes, Ciencias Políticas y Gobierno, pero obtuvo un título de posgrado en Derecho (sin haber estudiado abogacía) en la Facultad de Derecho SMU Dedman, ubicada en Dallas, Texas.
No revela Pérez su edad, lugar de nacimiento, estado civil ni familia; como fue detective, presume, sabe mucho del asunto y se jacta de haber resuelto cientos de casos “del crimen organizado, de cargos internacionales por drogas y de lavado de dinero”.
EN EL TINTERO
-Como se esperaba, el PRI secuestrado por Alejandro Moreno y su camarilla lo “reeligió”. Nada de qué sorprenderse, desde sus tiempos de porro estudiantil, la del tal Alito es una historia de trampas y triquiñuelas. Y allá los priistas que se someten. ([email protected]).