No hay que ir muy lejos para entender lo que está pasando en Venezuela y el porqué del injerencismo injustificable de Estados Unidos y su mamotreto de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Hace unos meses referimos aquí que holandeses, españoles, ingleses y hasta suecos han participado en la concreción, o clara intención, de despojo territorial a Venezuela en la región conocida como Guayana Esequiba.
Es un hecho que con la intervención del gobierno estadounidense la petrolera Exxon Mobil pretende apoderarse de los yacimientos de la región, con el pretexto de defender concesiones y agarrándose de diferendos entre Guyana y Venezuela.
Sin asomo de duda el imperialismo estadounidense al servicio de las transnacionales quiere hacer de las suyas y ahora robar territorio que le pertenece a Venezuela para dárselo a la Exxon Mobil. Nada nuevo.
Vendiendo lo robado
Referimos que el diferendo del Esequibo data desde finales del siglo XV, cuando ingleses y holandeses desconocieron el tratado de Tordesillas (la división del continente americano entre españoles y portugueses) y se asentaron en la región de las Guayanas.
Es obvio, los pobladores autóctonos tampoco reconocieron el tratado, ni aceptaron la intromisión de los otros colonialistas europeos, pero fueron ignorados.
En el siglo XIX el Reino Unido (Inglaterra) “compró” a Holanda una franja de Sudamérica, que desde luego no era de ellos, y los ingleses se apropiaron de 160 mil kilómetros cuadrados, al oeste del río Esequibo, que pertenecen a Venezuela.
En 1966 los ingleses “concedieron” la independencia al territorio que ilegalmente ocupaban y se constituyó la República de Guyana. No hace mucho, en el 2015, se descubrieron grandes reservas petroleras en la parte que en realidad pertenece a Venezuela y el “diferendo” territorial fue retomado.
Intervencionismo rapaz
La estadounidense Exxon Mobil ya estaba y está en Guyana, explotando las reservas del país sin que los guyaneses reciban un beneficio proporcional, sino migajas, pero luego del descubrimiento de los yacimientos en el Esequibo, alientan al gobierno guyanés, prácticamente a su servicio, para que reclame el territorio que pertenece a Venezuela.
Con total desfachatez el gobierno estadounidense ha advertido a Venezuela que en caso de que el conflicto escale a mayores va a intervenir para proteger al gobierno de la Guyana y ya realizaron ejercicios militares en la región.
Esa es la situación hasta ahora, y con nuevos pretextos “electorales” ya veremos qué pasa en este nuevo episodio de intervencionismo rapaz.
El gobierno gringo y sus epígonos, dentro y fuera de Venezuela, en México los hay, son capaces de cualquier cosa.
En el tintero
– Sin la menor vergüenza el todavía presidente Biden, de Estados Unidos, “reconoció” como triunfadora de las recientes elecciones venezolanas a la derecha de aquel país. Sin prueba alguna, como siempre.
– En América Latina, incluyendo la región caribeña, se estima que hay 182 millones de personas en situación de pobreza extrema, mientras que 105 multimillonarios concentran 453 mil millones de dólares. El paraíso neoliberal para los potentados, al que el llamado Prian nos quiere regresar.
– Bien lo ha dicho AMLO: hay políticos de Estados Unidos “que alientan la migración para afectar a partidos contrarios”, y en el extremo hasta tienen vínculos con bandas de la delincuencia.
– Según estudios serios (y la experiencia que está a la orden del día) casi el 80 % de los niños de entre 12 a 15 años de edad se pasan seis y hasta ocho horas diarias en promedio pegados a los aparatos internéticos viendo videos, participando en “retos” y demás estupideces. Y luego se asombran del deterioro educativo.
– Más cobros, “comisiones”, les dicen, de los bancos mexicanos. No tienen llene. Y esa es otra reforma que se tiene que hacer, si de proteger al pueblo se trata.
– Como se advirtió, el desastre Milei en Argentina sigue su curso. Lo mismo que está pasando con los gobiernos de la derecha en todo el mundo.
– Intolerable el desvergonzado asedio de los llamados “call centers” (muchos de ellos hablan a nombre de bancos que no se deslindan) y otras yerbas. Además, decenas, a diario, de correos con intenciones de fraude. ¿Para eso es la modernidad chafa? ([email protected]).