Culiacán, Sinaloa, 22 de junio 2020. El tabasqueño Carlos Cabal Peniche, uno de los banqueros fraudulentos de este país, reveló él mismo que había entregado 15 millones de dólares para la campaña presidencial de Luis Donaldo Colosio y cinco millones más para la de Ernesto Zedillo.
Otro tanto le dio a Roberto Madrazo Pintado, cuando éste era candidato al gobierno de Tabasco, reconoció.
Colosio no alcanzó a aclarar; Zedillo recurrió a su investidura y no lo hizo; y Madrazo admitió que el banquero Cabal Peniche aportó 15 millones de pesos al fideicomiso del PRI en 1994.
DINERO A DESTAJO
Para su bonanza, Cabal Peniche se auto prestó y, en efecto, como se consignó en una nota de Roberto González Amador (La Jornada: 20 de mayo de 2004) “La revisión de las operaciones del Fobaproa, cuyas obligaciones fueron traspasadas al Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), describe que Cabal Peniche recibió créditos de Banca Cremi y Banco Unión, y con ellos pagó al gobierno federal el monto de la operación de compraventa durante el proceso de privatización”.
Entre las empresas a las que desviaba recursos Cabal, “se encontraban Oasis Nautic, Operadora Enlace, Confinter Operación y Sistemas y Operadora de Equipos, que acumularon fraudes por más de 600 millones de pesos”.
De acuerdo con “información entregada a la Cámara de Diputados, entre noviembre de 1993 y 1994, Cabal Peniche coordinó la entrega de 25 millones de dólares para campañas políticas del PRI, entre ellas la de Zedillo y la de Roberto Madrazo”.
LOS LAZOS QUE LOS UNEN
El banquero Cabal “transfirió fondos al Laredo National Bank, el banco de Carlos Hank Rhon (ahora también Banorte es propiedad de la familia Hank), con sede en Texas, que fue empleado para triangular los recursos recibidos, y posteriormente una proporción fue a parar a las arcas del partido oficial (PRI)”.
No hay duda de que “Cabal Peniche logró sus mayores éxitos empresariales durante el gobierno del ex presidente Carlos Salinas de Gortari”.
Ya con Zedillo en la presidencia, el ex banquero “fue extraditado desde Australia, donde se había refugiado después de huir de México en el otoño de 1994” y la entonces Procuraduría General de la República realizó varias investigaciones.
Se encontró un “complejo proceso circular de movimiento de fondos de Banco Unión (que era de Cabal Peniche) hacia empresas de carácter mercantil, que se trasladaban finalmente a las arcas de fideicomisos constituidos por el Partido Revolucionario Institucional (PRI)”. (https://www.jornada.com.mx/2004/05/20/022n1eco.php?Origen=economia.php).
ES UN NEGOCIO MILLONARIO
Cabal Peniche, según información que no ha sido claramente refutada, ni aclarada puntualmente, estaría ya participando en negocios con el actual gobierno federal pues uno de sus allegados, Alejandro del Valle, fue el encargado de adquirir los cajeros automáticos para el Banco del Bienestar.
Se trata de un negocio que rebasa los 5 mil millones de pesos. Los cajeros que se adquirieron tienen un costo promedio de 20 mil dólares cada uno y el presidente López Obrador ha informado que este año estarán operando mil 350 sucursales del bancoy el año próximo serán 2 mil 700.
DESCONOCIDOS Y CONOCIDOS
Gabriel García Hernández, conocido como el “súper jefe de los delegados de la 4T” (oficialmente es Coordinador General de Programas Integrales de Desarrollo, teniendo a su cargo la coordinación de los delegados estatales y regionales del gobierno federal) en declaraciones al medio La Silla Rota (16/06/2020) ha sido enfático al decir que no conoce a Cabal Peniche.
Pero Alejandro del Valle de la Vega y Carlos del Valle Guerrero, padre e hijo, relacionados con Cabal y con García Hernández, son señalados como los autores de la propuesta de modernización con la banca del bienestar.
Sin embargo, García aclara que “si alguien contrató a personas vinculadas al ex banquero Cabal Peniche, dentro del proyecto del Banco del Bienestar, fue la secretaría de Hacienda vía la Oficialía mayor” (la titular de esa dependencia es Thalía Lagunes, identificada con el grupo del empresario Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia).
“ES CIERTO Y NO PASÓ NADA”
El 4 de diciembre del año pasado, en la “Versión estenográfica de la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador”, está lo que AMLO ha dicho en referencia a Cabal Peniche y sus contribuciones millonarias a las campañas priistas:
AMLO: “Acaba de darse a conocer un banquero de la época de Salinas, Cabal Peniche, reconoció -y lo considero hasta un acto de franqueza, cuando menos, si no se le puede llamar de otra manera (sic)- que aportó dinero a las campañas… hicimos la denuncia en su momento en la procuraduría, en aquel entonces 1994, tiene 25 años eso”.
“Ahora este señor banquero dice: ‘Sí, sí es cierto, nosotros dimos cinco millones de dólares, pero no sólo a la campaña local, dimos a la federal, creo que 15”.
“Entonces, todo eso… Ah, bueno, ¿qué pasó con la denuncia?, pues nada. Pasó al Instituto Electoral, la procuraduría envió toda la documentación al Instituto Electoral. ¿Qué resolvieron? Nada. Ahora 25 años después se sabe que es cierto, que fue cierto”.
¿SEGUIRÁ COMO SI NADA?
El presidente agregó ese día: “Ayer me preguntaron que qué opinaba, si se iba a solicitar que se analizara el caso. No, ya vamos a ver hacia adelante y vamos a buscar, eso sí, que no haya fraudes electorales, que no se impongan autoridades”.
Al margen de la prescripción o no de casos que datan de hace muchos años: las contribuciones de Cabal Peniche a las campañas priistas (cuya legalidad estaría en cuestión, por el origen de los recursos) y las maquinaciones bancarias por las que fue procesado, es necesario que se aclare si tendrá, o no, el ex banquero tabasqueño, participación en los negocios del actual gobierno federal.
Si bien el asunto se presta a la información a medias y a la especulación, bien se haría en aclarar lo necesario y, ya en el terreno de la experiencia, tomar distancia de figuras como la de Cabal Peniche. Los referentes de su historial están a la vista.
EN EL TINTERO
-Celaya, Caborca, Colima, Sinaloa y más, prácticamente en todo el país, la violencia desatada ilustra sin más el rotundo fracaso de la “estrategia” de seguridad. Militares, Guardia Nacional y corporaciones de todos colores, totalmente rebasados. A ver hasta cuándo.
-Donde se encuentren, habrá amena plática entre Enrique García, fallecido hace unos días, y Fidel Borbón Ramos, años antes. Los dos, grandes amigos de quien esto escribe. La vida sigue.
-Esta columna aparece en “Vértice de Sinaloa” (verticedesinaloa.net); Línea Directa (https://www.lineadirectaportal.com); Didáktica (http://www.didaktica.com); Sitio Telles (http://www.jorgeluistelles.com); “voces del periodista”, revista del club de periodistas de México (vocesdelperiodista.com.mx) y Síntesis de prensa, de Héctor Muñoz. ([email protected]).