Tiempo de Opinión
Todo este sainete que se dio en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación esta semana genera motivos que deben preocupar a los mexicanos. Porque no sólo evidencia a ese órgano judicial, sino de pasadita el ejecutivo con su intervención mostró cuando menos ignorancia de un hecho, si no es que mala fe o perversidad.
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Debe alertar el que los integrantes de una instancia tan relevante para la democracia mexicana no sean capaces de dirimir sus diferencias al margen del escándalo público, como no lo pudo hacer con la destitución del presidente y la designación del sustituto.
Lo peor, que esos diferendos y actos sean consecuencia de supuestos actos de corrupción en el que presuntamente incurrió el destituido, porque ello fortalece la percepción que buena parte de la sociedad tiene de la suciedad con la que se han manejado muchos asuntos en esa instancia e incrementa la desconfianza, de por sí ya alta, que se tienen en ella los mexicanos.
Mal, también, la exhibición de un lamentable mensaje en las redes sociales del designado, subido hace algunos meses, en el que se refiere de manera muy despectiva al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ese tweet salido de la cuenta del hoy presidente del órgano electoral supuestamente es falso y el titular de la misma interpuso por ese motivo una denuncia en la Fiscalía General de la República en contra de quien lo haya hecho.
Pero en su conferencia mañanera López Obrador ordenó que le colocaran en pantalla el mencionado mensaje, criticándolo sin dar algún detalle sobre el contexto del mismo.
Eso no es poca cosa. Si el presidente a sabiendas de ese contexto exhibió el mensaje y lo dio por bueno, mal. Si no estaba enterado y nadie de su equipo le informó sobre ello, mal también.
Los integrantes del tribunal y el presidente de la República están obligados a actuar bajo rigurosa ética.
Los motivos para la destitución del presidente del TEPJF pueden ser reales, e incluso el mensaje que se subió a la cuenta de su sustituto auténtico, pero las formas en que se ha manejado el asunto internamente y desde el púlpito de la mañanera no parecen las más apropiadas.
