La generalización de la aplicación de la vacuna y la reducción de los casos de Covid 19 por algunas semanas provocó que muchos ciudadanos se relajaran en canto a las medidas preventivas y de nuevo el problema va en aumento.
El avance en la inmunización de segmentos laborales y sectores de edad parece que fue interpretado erróneamente como que ya estábamos del otro lado en este problema. No lo estamos, y ahí está el repunte.
De acuerdo al recuento nacional Sinaloa se incluye dentro de la lista de estados en que la tendencia de contagios está en franca ascendencia.
Esa desinhibición ciudadana ante la pandemia fue más notoria durante la recta final de las campañas políticas, y seguramente esto es un factor que se está manifestando en este comportamiento de la pandemia.
Viene una temporada propicia para un mayor relajamiento. El fin de cursos escolares, graduaciones y vacaciones pueden ser detonadores de los contagios.
Hay que insistir en que todo esto, si bien mucho tienen que ver las autoridades, lo más relevante es el comportamiento personal y las reglas de convivencia que apliquemos en nuestro entorno social y familiar.
No nos ha ido bien con el manejo de la pandemia, ni en Sinaloa ni en el país, pero si hoy no tomamos las medias preventivas en serio nos puede ir aún peor.
Es necesario asumir con responsabilidad que estamos todavía inmersos en la pandemia, y que podemos resentir aún dolorosas pérdidas.
No podemos bajar los brazos.