En la tarde noche del sábado pasado en la explanada de Palacio de Gobierno vimos una situación muy particular, fue el primer evento en Culiacán de López Obrador ya como Presidente Constitucional.
Antes, como Presidente Electo dijo que el Gobernador sería con quien se coordinarían para el tema del Presupuesto federal, pero hubo “desencuentros positivos” en lo estatal, pero al fin salió, hoy vuelve el Presidente y les dice en El Rosario: “Pido respeto para el Gobernador Quirino Ordaz”.
¿Habrán entendido quien debía entender ese mensaje?
Ya en el evento en Palacio de Gobierno, no vimos nada que no hubiésemos visto ya, camiones transportando gente, ríos de gente yendo a la explanada esperando ver al Presidente, otros que esperaban inscribirse en los programas federales y otros ya eran beneficiados, entre muchas gentes que formaban destacaban los chalecos cafés: la de los servidores de la nación, personas muy atentas que coordinando el evento y estaban al pendientes de los adultos mayores.
López Obrador se placeó le dio la vuelta a la explanada y la gente iba tras él, lo tocaban, le daban peticiones, él se dejaba querer, hasta que llegó al templete.
El primero en tomar la palabra fue el Gobernador Quirino Ordaz quien le habló “a la sinaloense”, de frente y viendo a los ojos y le dio gusto que estuviese aquí y manifestó su total respaldo.
¿Habrá entendido quien tenía que entender ese mensaje?
Posteriormente empezó el Presidente, hablando como pastor protestante o algo semejante, habló de jóvenes, de aprendices y de maestros, habló de la Carretera de Badiraguato a Chihuahua, de la reversa a la Reforma Educativa, nos habló de historia, de repente calificó al Gobernador como un buen gobernante a lo que un grupo en la multitud abucheó, el Presidente de repente se dirigió a ellos: “Lo siento, si no les gusta no me importa, yo siempre digo lo que pienso y así lo digo, mi pecho no es bodega”… y la multitud aplaudió.
De ahí dijo: “Ya pasó la campaña”…
¿Habrá entendido quien tenía que entender ese mensaje?
Después de esta visita veremos un cambio en la narrativa política en Sinaloa, estaremos viendo un alineamiento de las diferentes fuerzas políticas.
Ahora bien, el Presidente manifestó su gusto por el beisbol.
¿Habrá entendido quien tenía que entender ese mensaje?
Lo cierto que después de esta visita, algunas corrientes de Morena deberán replantear su estrategia y llevarle el paso al Presidente, en el PRI también deberán reordenar y darle un giro a la táctica actual, los votos están en poner el ejemplo no en los ejemplares, ya que Julio nos enseñó que las cúpulas ya no ganan elecciones, en el PAN deben ya ir por su dirigencia y volver a ser el partido crítico y pensante que lo fue en antaño.
Con este evento la oposición debe entender que cuestionar al movimiento de López Obrador no ni en las redes, ni en la calle, es poner el ejemplo ante la gente y es contrastar las manufacturas locales con el líder nacional. Más nada.
Quién entendió, entendió y quien no que se apure…
Echeverría daba una orden pero jugaba doble, López Portillo era más frontal, De la Madrid era mesurado, Salinas disfrutaba mandar y poner a raya a los gobernadores, quitó casi a la mitad, Zedillo muy seco, parco, empezó con ganas de terminar el sexenio, Fox nunca tuvo los hilos, Calderón teóricamente sabía como confrontar a los gobernadores pero se perdió, Peña Nieto tenía su modo pero la frivolidad lo perdió.
Hoy estamos ante un Presidente con su sello personal pero es una mezcla de la historia:
Juárez fue duro con los gobernadores, venía de la Reforma y tenía que tenerlos contra la pared, Madero ni eso alcanzó y Cárdenas para tener el país en paz y gobernar cambió los jefes de zona militar para tener contra la pared a los gobernadores que eran Callistas, aún así compañeros de armas.
Así López Obrador vino a Sinaloa y trató muy bien al Gobernador, vamos a esperar que nos dice el tiempo y como dijo el Presidente evocando al gran Liberal Francisco J. Múgica: Hechos, no palabras.
En estos días veremos como los Hechos van caminando…
Esperemos que las corrientes políticas vayan descifrando bien el mensaje… es por su bien y por su propia sobrevivencia política.
Los ingleses son protestantes (igual que el Presidente) y tienen más de 400 años sin tener una revolución y se basan en un imperativo moral en su ejercicio político: Confundir, para después soltar el zarpazo.
Hay que leer el mensaje muy bien.