Hace 10 años un buen amigo me jugó una broma en las escalinatas del Capitolio:
Andábamos en el acceso y había muchos guardias, aunque en el jardín no había restricciones a los paseantes, si había mucha seguridad, mi amigo sabía lo que pasaba por que había visto las noticias, por alguna omisión yo no las vi y debí haberlo hecho.
Mi amigo me pregunta -creyendo que yo sabía- ¿Quién es la mujer que está allá arriba? Y me apunta al pináculo del Capitolio, a lo que contesté que no sabía y me dijo: -Pregúntale al guardia. Que estaba como 20 metros aproximadamente.
Caminé unos cuantos pasos cuando los guardias alertaron mi presencia se pusieron en una posición de alerta con las armas desenfundadas instantáneamente, me detuve y apunté hacia la punta del Capitolio, los guardias a coro me gritaron: it´s the freedom.
Es la libertad, me lo dijeron mientras empuñaban sus armas dispuestos a disparar sin averiguar, un estilo muy villista para ser americanos.
Les agradecí y me devolví caminando hacia atrás tipo Michael Jackson, iba amarillo y mis amigos estaban carcajeándose… había amenaza de bomba y los guardias estaban alterados.
Ahí entendí que la seguridad del Capitolio era impenetrable.
Es por ello que sostengo fehacientemente que lo acontecido anteayer en la sede del Congreso de la Unión Norteamericano fue permitido por las fuerzas de seguridad.
Los partidarios del Presidente Donald Trump fueron convocados y tomaron los jardines y después entraron al Capitolio, la policía interna los contuvo hasta donde se pudo y gradualmente fueron entrando.
La Guardia Nacional no entró hasta que le dieron autorización las autoridades federales, el día que deberían certificar la victoria de Joe Biden partidarios de Trump se lo echaron a perder y es como si los personajes de la cultura pop tomaran por asalto al Estado Gringo.
La bandera confederada del General Lee, los miembros del YMCA, un leñador con el sombrero del vocalista de la banda Jamiroquai, un leñador tipo Paul Bunyan tomó por asalto la oficina de Nancy Pelosi la vocera del Congreso y número 3 en la escalera del poder en Estados Unidos. El caos se veía venir.
De repente la cordura llegó a los republicanos y muchos senadores vieron y palparon la demencia que su líder, Trump, estaba causando, para en la tarde, El Presidente y sus locuras tenían al Congreso en su contra. Ya en la noche se restableció el conteo y se declaró a Biden ganador.
Lo visto en Estados Unidos es la lección de cuando se le permite al odio insertarse a las instituciones de la nación más poderosa puede llegar a incendiar a la democracia y echarle la culpa a otros.
Trump fue como Nerón en el incendio de Roma todos los días, así son los miserables que nunca se les puso un ¡ALTO!
En el Congreso querían destituir a Trump, varios Gobernadores y Senadores pidieron que renunciara y es que en el Congreso habían llegado a una conclusión: Trump se trastornó. Por asaltar a la democracia había puesto a todos en su contra.
Lo que viene es la restauración de las formas, la restauración de la Unión, con Biden la agenda Ambiental y la agenda de atención a la pandemia van a cambiar.
¿Cómo le va a ir a nuestro país en ambos casos? El 20 de enero nuestro vecino tendrá nueva administración y un loco suelto, que seguirá infectando de odio a esa nación tan dividida por tantas identidades que la sostienen.
Sinaloa es un estado que aunque no es fronterizo tiene mucha relación con la Unión Americana y hace unos días vino su Embajador ahí a Mazatlán… traía una carpeta que no soltó ¿Qué traía en ella? No sabemos, pero nos lo podríamos imaginar.
Por cierto el amigo que me jugó la broma en el Capitolio fue Francisco Arizmendi, todavía nos acordamos y nos reímos…
