Los Tomateros tuvieron la oportunidad de elegir primero en el draft para la serie final, y más de alguno pensó que el idóneo era Darel Torres, el pitcher de diez victorias con los Cañeros de Mochis y quien se quedó a un paso de establecer una marca de triunfos consecutivos. Pero Roberto Vizcarra y su cuerpo técnico analizaron el terreno que iban a pisar y optaron por el experimentado Odrisamer Despaigne.
El cubano ya justificó su incorporación al cuadro Guinda, con ese extraordinario picheo el martes para colocar adelante a Culiacán ante los Charros. Eso no quiere decir que Torres no hubiera hecho la misma tarea y que esa impresión tenía el entrenador y su séquito para terminar inclinándose por el exligamayorista.
La decisión se tomó en base al trabajo de scouteo, muy reciente, por cierto.
Despaigne, que empezó con Yaquis y reforzó a Hermosillo para la semifinal contra Jalisco, tuvo dos salidas frente a los Charros, de calidad, por cierto, aunque se haya ido sin decisión. Y esa actuación lo puso en el radar de los Tomateros, que se protegieron dejando a Torres como su segunda opción en caso de que el isleño renunciara a la invitación.
Odrisamer sabía los puntos vulnerables de una ofensiva tapatía explosiva, y por allí atacó con sus picheos para cincelar una victoria que se tornó dramática en la octava entrada. Transitó siete entradas y un tercio de solamente tres hits y sin carreras. Pero la blanqueada se perdió no sobre sus lanzamientos, sino contra Sasagi Sánchez al que Billy Hamilton le conectó aquel doblete que acercó a los Charros 2-3, convirtiéndose también en la potencial carrera del empate.
Despaigne ofreció un recital de picheo, después de un primer episodio en el que precisamente Hamilton le disparó un doblete que intentó convertir en triple, antes de que lo pusieran fuera en la antesala. A la postre, esa jugada terminaría cambiando el rumbo del juego y la mentalidad y concentración del cubano habría sido distinta, pienso yo.
Retiró a once rivales consecutivos tras aceptar el segundo hit, obligando a sus oponentes a sacar rodados al cuadro, pues solamente uno de esos outs cayó en los jardines.
Si quienes pensaron que la decisión de Odrisamer y no Torres estuvo mal, el cubano tapó muchas bocas y, desde ya, se ha convertido en una calamidad para la ofensiva tapatía, si la serie va más allá de cuatro juegos. La diferencia tal vez será que Despaigne les podría lanzar en Jalisco, donde la pelota vuela demasiado.
DUDAS. Roberto Vizcarra anunció un día antes de la final que Edgar Arredondo completaría el póker de abridores en su rotación. Pero el martes la lista ya no lo contemplaba.
Esa puede ser una señal de que el culichi Víctor Castañeda mantendrá su lugar que defendió estupendamente durante la campaña regular, y que Arredondo se sumaría a Efraín Contreras y Aldo Montes en la línea de relevistas intermedios.
A propósito, ninguno de los dos ha sido requerido en los últimos juegos.
Vizcarra espera que su inicialista cruce la línea de los cinco episodios para mover a su cuerpo de relevistas con los venezolanos José Torres y Pedro García, Josh Green, Sasagi Sánchez y el cerrador Stephen Nogosek.