Culiacán, Sin.– Sin descargo de escuchar, será pasado mañana, como sucede cada año, barbaridad y media en torno al llamado “grito de independencia” (que, para todos los ignaros gobernantes, antes y ahora, es pretexto para el circo, con o sin pan) conviene recordar la versión histórica que me parece más confiable y veraz: la de Don Pedro García, quien fue testigo presencial en casi todas las acciones de la lucha insurgente.
Esta es: durante la noche del 15 de septiembre de 1810, Hidalgo y Allende, descubierta su conspiración, apresaron a la población española de Dolores y se retiraron a la casa de Don Miguel, donde empezaron a planear sus acciones.
Al día siguiente, domingo 16, llegaron los vecinos del pueblo a la iglesia, para escuchar la primera misa, “y como pasara un buen rato sin llamarla, empezaron muchas gentes a notarlo sin acertar con el motivo de aquella tardanza”.
SORPRESA Y ALEGRÍA
Enseguida, relata Pedro García, “no faltó quien empezara a informarles de que pudiera ser no hubiera misa, porque Hidalgo había en la noche anterior mandado aprehender a todos los gachupines y todos se hallaban en la cárcel”. Semejante informe “fue recibido por algunos con sorpresa, aunque mezclada con algo de alegría…”
Fueron entonces a la casa de Hidalgo, éste salió y se explicó así: “mis amigos y compatriotas, no existen ya para nosotros ni el rey ni los tributos. Esta gabela vergonzosa que sólo conviene a los esclavos, la hemos sobrellevado hace tres siglos como signo de la tiranía y servidumbre; terrible mancha que sabremos lavar… llegó el momento de nuestra emancipación; ha sonado la hora de nuestra libertad ¡Viva la virgen de Guadalupe! ¡Viva la América por la cual vamos a combatir!”
UN RITUAL ACEPTADO
Esta versión ha sido recogida en la Antología de Historia de México, editada hace años por la SEP, y se basa en fuentes documentales serias y fundamentadas.
Así que, ni modo, de acuerdo con la versión de Don Pedro García, la más confiable y veraz, no hubo misa el domingo 16 de septiembre; lo que pasó es que Hidalgo explicó la situación y la arenga fue en la puerta de su casa; tampoco campana ni estandarte, al menos al inicio.
Compare Usted con lo que vemos y oímos en la ceremonia (el ritual) del “grito” cada año (será pasado mañana) es decir, la figuración histórica para motivar el ánimo popular en torno a una etérea visión patriótica.
Pero, en fin, se soporta el ritual oficial y oficioso en nacional y estatal cobertura para solaz de la esperanza colectiva. Después, con pena y todo, regresemos a los referentes cotidianos de nuestra “independencia y libertad”. Qué se le va a hacer.
De los desfiguros en cadena nacional y estatal, ni caso.
EN EL TINTERO
-A la baja la “variante delta” y la tercera ola, vienen la “mu” y otras olas; la tercera dosis y luego la cuarta. Eso no para, al igual que las enormes ganancias de farmacéuticas, laboratorios, médicos y clínicas. Es hora de evaluar imparcialmente el asunto y la OMS no lo hace.
-Sigue pendiente la revisión de las prácticas bancarias en nuestro país. No paran los desmanes y el pésimo servicio en general. A ver hasta cuándo el gobierno pone en orden a los privilegiados señores del dinero.
-Gasolineras y gaseras, como siempre, vendiendo “litros” que no lo son, en la completa impunidad hasta ahora.
-Antes como ahora: la “real politik” viento en popa y a toda vela.
-Este escribiente tiene años publicando, en este medio, y también en algunos de los llamados “nacionales” (de la CDMX, pues) que sin solución alguna (todos se hacen de la vista gorda) continúa la violación a la Constitución por parte del gobierno en los llamados “retenes”, mismos que propician la criminalidad en lugar de combatirla efectivamente. Al respecto, sólo la desvergüenza oficial.