Dicen que ningún partido se parece a otro. Y menos con ese tipo de marcadores que la noche del miércoles se registró en la capital del país, en el escandaloso 29-0 que los Diablos Rojos del México le asestaron a los (indefensos, diría yo) Bravos de León, resultado que viene borrar un récord cincelado hace 7 años.
La paliza que obviamente le restó emociones y la esencia al juego de pelota, ha sido el común denominador de una campaña salpicada por la lluvia de críticas y señalamientos hacia una esférica que nada le abona a la Liga. Por esa y otras razones varios de los encuentros que esta temporada se han visto en la Liga Mexicana de Beisbol no resultan del agrado del aficionado que –las estadísticas lo dicen- se ha alejado de los estadios ante el pobre espectáculo por el que pagan.
Si bien es cierto que algunos desafíos han sido algo decorosos, la gran mayoría terminan con el sello distintivo de una pelota que amenaza con romper records habidos y por haber. Ese 29-0 no garantiza que dure muchos años si antes no se aplica reversa en el uso de la tristemente “Franklin”.
Después de aquel 23-0 que los Sultanes le aplicaron a los Rieleros en Monterrey el 11 de Julio de 2012, para convertirlo en el cierre de mayor carreraje en la historia de LMB, pocos podían imaginar que con el tiempo se registrara un resultado más abultado con blanqueada. Pero no fue así.
Los Diablos se quedaron, dicho sea de paso, a una carrera de igualar la marca de un triunfo con más carreras anotadas (30) en un partido que el Unión Laguna le indilgó a Puebla en julio del 2008. Tal vez para quienes gustan de atestiguar récords, ese pudo haber sido un doble motivo como para haber permanecido casi cuatro horas presenciando aquella masacre.
Al estadio “Alfredo Harp Helú” ingresaron oficialmente 2,009 aficionados la noche del miércoles, pero al concluir la sexta entrada con la pizarra 18-0 la gran mayoría buscó las puertas de salida ante un duelo sin chispa ni emociones.
Lo que llama la atención es que, con la “Franklin” tan voladora, en ese carnaval de carreras apenas se hayan conectado cuatro jonrones de los 27 imparables que la ofensiva escarlata regó por todo el campo de un inmueble que después de la inauguración –como novedad- no ha vuelto a registrar una decorosa asistencia.
El 29-0 se convirtió en un doble récord, porque León asume ahora el papel de equipo con más carreras permitidas –sin respuesta- en un choque de 9 entradas del que ahora deben estar agradecidos los Pericos de Puebla que los hayan sustituido.
CAMBIO. Cinco meses después de que terminó la temporada invierno para unos y de cuatro para otros, los cambios de jugadores no ha estado tan activo como en campañas anteriores en la LMP. Mazatlán ha sido hasta la fecha el más activo en ese renglón, deshaciéndose de dos jugadores como el gran prospecto Eduardo Vera y otro que al momento en Liga Mexicana transita sobre un camino para ser el mejor bateador de la temporada; Jesús Fabela.
Vera se fue a los Aguilas de Mexicali a cambio del infield Ramón “Pulpa” Ríos mientras que Fabela llegará a los Tomateros en un movimiento que envió al puerto al lanzador Francisco Ríos. Anteriormente los Venados cedieron a Samar Leyva a los Mayos por Diego Madero, en tanto que Obregón recibió al PZ Alex Delgado en un cambio por Leo Heras que jugará en Mexicali.
¿Quiénes creen ustedes que han resultado más beneficiados con esos movimientos?