La democracia es un concepto amplio, tiene una dimensión que permite verla como un sistema de instituciones políticas -régimen político-, también como un mecanismo de selección de autoridades -sistema político electoral- y por supuesto como un conjunto de valores o ideales que buscan mejorar la vida de la sociedad donde se practican -ideal democrático-. La democracia es en términos muy generales: un régimen, un sistema y un fin alcanzable.
Diversas organizaciones han planteado mecanismos para medir la salud de las democracias en el mundo. Esto se logra en la comparación de categorías comunes entre los países, las regiones y el mundo. Para el GSoD (Global Statae of Democracy Indices) Los elementos a evaluar por país, se dividen en cuatro grandes categorías: 1.- Representación política, 2.- Derechos humanos y políticos, 3.- Estado de Derecho y 4.- Participación ciudadana.
Para efectos de la medición del índice. La Representación Política incluye el marco electoral, la solidez y eficiencia del sistema electoral de los países. La realización de elecciones libres en las fechas constitucionales establecidas, el juego limpio de las elecciones, la posibilidad de voto de todos los ciudadanos, los contrapesos y el funcionamiento de cada uno de los poderes que equilibran el poder político, así como los modelos de democracia local o la división de facultades entre autoridades “menores”.
En la dimensión de los Derechos Humanos y Políticos, se mide el cumplimiento en el acceso a los derechos de los ciudadanos y habitantes de cada país. El acceso a la justicia, las libertades ciudadanas como: la libertad de culto, de prensa, de asociación y reunión para fines políticos, libre tránsito, igualdad política, igualdad de género y de grupos sociales minoritarios o socialmente excluidos.
En el Estado de Derecho, se evalúa la independencia del poder judicial o los órganos de impartición de justicia, la integridad de los juzgadores y los mecanismos de control de los mismos, la aplicación irrestricta de las leyes para todos los ciudadanos y gobernantes, así como la evaluación de la corrupción de las instituciones.
Por último, en la categoría de Participación Ciudadana, se estudian las redes y fortalezas construidas desde las organizaciones de la sociedad civil, el nivel de compromiso y congruencia de las instituciones no gubernamentales, así como las legislaciones para permitir la vida y el desarrollo de tales organizaciones y la participación electoral y el interés de los ciudadanos en las elecciones y los asuntos públicos.
El índice global de democracia (GSoD) ha realizado análisis desde 1975, en la actualidad midió 174 países incluyendo México, y tiene datos que pueden reflejar la evolución o retroceso en cada una de las categorías de estudio. Es muy interesante ver como la salud de las democracias mejoran y empeoran, avanzan y retroceden por países y regiones.
Aquellas democracias que fueron sólidas y representativas en los años 80 o 90, pueden estar hoy en franco declive, o por el contrario democracias incipientes a principios de este siglo XXI que pudieron dar grandes pasos y ser hoy unas de las mejores evaluadas. Por cuestión de espacio, no alcanzo a dar detalles en la presente entrega, pero le anticipo amable lector, que en la de la próxima semana observaremos que ha pasado con la democracia mexicana, y la democracia mundial. El declive de naciones que fueron ideales y ahora pasan por una crisis como nuestros vecinos del norte y otras pequeñas democracias que hace poco no existían y son en los hechos, de las mejores del mundo. Luego le seguimos.
