Este ha sido un año diferente para literalmente todo el mundo y hemos sido puestos a prueba ante innumerables perdidas. El virus de Covid-19 llegó para hacernos ver todo aquellos que teníamos y que no notábamos que estaba ahí, hasta que se nos arrebató.
Hemos perdido libertad, salud, empleos, rutinas y desgraciadamente para millones de personas, también han perdido familia.
Sin lugar a dudas esta navidad será extraña para todos, pero especialmente para aquellas familias que estén pasando por un proceso de duelo ante la pérdida de un ser querido por coronavirus. Si, desgraciadamente, tú estás en esta situación déjame compartirte las siguientes recomendaciones para que puedas convivir con tu perdida en esta navidad de la manera más sana para tu mente y para tu corazón.
El duelo es el proceso por el cual retomamos el equilibrio de manera natural después de vivir una pérdida. Desgraciadamente en nuestro país existen en este momento muchas familias que sienten este dolor en su corazón por haber perdido a algún familiar por culpa del coronavirus.
Por tradición, la navidad es una fiesta en la que la familia se reúne con alegría y el contraste de tener que vivir una “fiesta” con un dolor en el corazón es un “doble vinculo” o “doble mensaje” que puede ser muy difícil de asimilar. La elaboración del proceso de duelo se puede dar en periodos que pueden ir desde los 6 hasta los 12 meses, dependiendo de la relación que hayamos tenido con la persona fallecida, entonces si tú has sufrido alguna perdida este año debido al coronavirus es muy probable que estés dentro de este proceso de adaptación.
La Navidad es para muchas personas la época más alegre del año. Es aquí cuando buscamos momentos de reflexión o tenemos la oportunidad de reunirnos con familia que durante el resto del año no podemos estar en contacto cercano, sin embargo, el estar viviendo una pérdida reciente afectará definitivamente nuestras intenciones de celebrar como lo hacíamos antes.
Quedarnos en cama, interrumpir toda celebración y querer dormir hasta que toda este “escandalo” haya pasado puede ser una actitud natural ante la incomodidad de enfrentarnos a nuestra perdida, sin embargo, esta actitud más que evitarnos el dolor lo único que hará será postergarlo. Es por eso que quiero compartir contigo estos consejos de cómo puedes enfrentar tu duelo esta navidad.
1. Planifiquen la celebración.
Platica con tu familia acerca de las expectativas que tienes de la noche de navidad. Comparte con ellos tus emociones y tus inquietudes siempre hablando con honestidad acerca de cómo te gustaría hacer las cosas este año. Si tu casa solía ser punto de reunión familiar, tómate un momento para determinar si quieres que siga siendo así. No te sientas presionado ni culpable por querer negarte a asumir responsabilidades que otros años tenías.
2. Reconoce, respeta y busca expresar tus emociones.
Es normal que experimentes una montaña rusa emocional en este día mientras que los recuerdos de navidades o fiestas pasadas vienen a tu cabeza. Acepta que estés pasando por esas oleadas de tristeza, enojo y alegría. Muestra respeto hacia ti mismo y hacia lo que puedas sentir, si está ahí es por alguna razón. No te juzgues a ti mismo por como reacciones emocionalmente. El duelo es personal y único y también la forma en la que lo manifestamos.
3. Busca simbolizar de alguna manera a tu ser querido.
Es posible que haya momentos en los que te sientas abrumado por el dolor y la tristeza de esta ausencia por lo que pensar en una actividad, comida o tradición sencilla pero significativa para quien ha partido te ayudará a honrar su memoria. El llevar a cabo este tipo de “rituales” nos ayudará a sentir que esa persona sigue con nosotros y al mismo tiempo a ir aceptando una realidad irremediable.
4. Reinventa la navidad.
Nada está grabado en piedra y puedes reacomodar o reinventar la celebración de navidad de acuerdo a lo que tú necesitas emocionalmente, sólo tú sabes lo que es mejor para ti. Muchos suelen adoptar estas nuevas tradiciones solamente durante la primera Navidad mientras que otras incluyen estas actividades a sus celebraciones de modo permanente. Tú serás quien decida qué es lo mejor para ti.
5. Libérate del estrés de los días previos
Los días previos a Navidad suelen ser más estresantes que el mismo día que se producirá la reunión. Vemos la vida pasar sintiendo que nuestra propia vida se ha detenido. Nos damos cuenta el que el mundo sigue girando mientras a nuestra mente únicamente llega la pregunta: “¿Por qué mi ser querido no está conmigo esta navidad?”. Ante esto es posible que se presenten algunas alteraciones como trastornos del sueño, alimentarios, episodios de ansiedad y falta de concentración. Busca espacios y momentos para que puedas relajarte. Sal a caminar, respira.
6. Haz descansos durante la reunión.
Durante la cena de Navidad es probable que te sientas inquieto por todos los preparativos, así como también por las emociones que puedan llegar durante la reunión familiar. Cuando sientas que te llega el agobio, retírate a un espacio tranquilo de la casa en donde puedas “descansar” por unos minutos de todo ese agobio. Tómate 10 minutos para respirar o hacer una meditación corta y aliviar el estrés. Si puedes, elige a un familiar que te de soporte emocional durante esos minutos, esto te permitirá tener un sistema de contención para sobrellevar de una manera más sana la reunión familiar.
7. Fortalece tu sistema de creencias
Para muchas personas, su fe religiosa puede llegar a convertirse en un refugio de tranquilidad tras la pérdida de su ser querido. Si eres una persona de fe, enfócate en el verdadero significado de la navidad y busca en esta celebración, la paz y el consuelo que significan el nacimiento de Jesús de Nazaret.
No hay una forma correcta o incorrecta de celebrar las fiestas navideñas luego de que hemos perdido a un ser querido. Probablemente durante esta navidad tus emociones lleguen a desbordarse…o no.
Tan normal puede ser una situación como la otra. Al pasar por un proceso de duelo tienes todo el derecho a pasar por todas las emociones que conlleva el vivir esa pérdida: tristeza, anhelo, enojo, culpa, indignación e incluso, alegría. Recuerda que sentir alegría no significa que te hayas olvidado de esa persona o que la hayas dejado de querer. Es posible sentir una profunda tristeza y también poder disfrutar de momentos agradables y alegres.
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Te dejo un abrazo.
Juan José Díaz
Psicólogo y psicoterapeuta