Por sentido común Benjamín Gil no podía estar lejos de la Liga Mexicana del Pacífico después de lo que hizo con los Tomateros de Culiacán. El tijuanense regresó “en menos de lo que canta un gallo”, pero no precisamente con los guindas, donde se percibe que las puertas están cerradas de manera indefinida, sino con quien se ha convertido en un acérrimo rival en los últimos años.
Los Charros de Guadalajara dieron la de ocho columnas, como solíamos describir en los medios impresos cuando se destacaba la noticia más importante de la jornada, al convencer al mejor timonel del circuito en los últimos 10 años de tomar las riendas de un conjunto tapatío bastante golpeado por los malos resultados en la primera vuelta.
La reaparición de Gil estaba muy cantada, solo faltaba saber quién levantaba la mano. Benjamín se convirtió en la fruta más deseada desde que Culiacán anunció el divorcio con el exligamayorista, y estamos seguros que hubo muchos acercamientos de otros equipos no solamente del Pacífico sino también de verano por tenerlo al frente de sus escuadras.
Y si Benjamín no arrancó la campaña con algún club fue porque priorizó su deseo de buscar la oportunidad con un conjunto de Grandes Ligas, donde fue escuchado por al menos dos organizaciones, entre ellas los Padres de San Diego.
El tijuanense sabe que debe continuar preparándose y optó por aceptar la invitación de Jalisco, sin importar las condiciones y la posición en que toma un equipo cuya imperiosa necesidad y obligación será terminar entre los primeros sitios para clasificar.
La tarea no luce fácil, pero el hombre parece tener una varita mágica que le ha permitido obtener más resultados positivos que negativos. Por lo pronto su debut resultó interesante con una paliza de Charros a los Mayos.
RELEVO. El chamaco de San Pedro, Navolato, Édgar Arredondo, fue enviado al bullpen después de que sus últimas salidas dejaron mucho que desear. La noche del martes Alfredo Amézaga lo utilizó por primera vez como relevista y su desempeño contrastó mucho con sus aperturas.
Arredondo hizo un trabajo de 4.2 episodios con 5 hits y 2 carreras frente a unos Naranjeros que no tuvieron respeto alguno sobre quien lideraba la Liga en efectividad y que está convertido en la mejor carta de los guindas: José Luis Bravo.
Después de ese desempeño no sería raro que Édgar vuelva a la rotación abridora, pero ¿a quién se sacrificaría? Bravo, Castañeda, Barreda, Bañuelos y Montes, tienen ocupada esa plaza.