Se han inscrito con letras doradas en el muro de honor del Congreso del Estado de Sinaloa, un total 38 personas e instituciones.
La primera persona en ocupar un lugar en el muro de honor fue Juan B. Sepúlveda, según decreto expedido con fecha 17 de noviembre de 1866.
Hasta el día de hoy, solo dos mujeres ocupan un lugar en el muro de honor del Congreso: Agustina Ramírez y Amparo Ochoa Castaños. Se tiene una deuda con las mujeres. Es decir, el 5.2% son mujeres.
Este viernes 29 de septiembre, se inscribió el nombre de Amparo Ochoa, quien nació en Costa Rica, Sinaloa, el día 29 de septiembre de 1946.
Empezó a participar en concursos de cantos desde 1965 en su tierra natal Costa Rica y trabajó como maestra rural en La Palma, Villa Ángel Flores, hoy municipio de Navolato, y en la Colonia Tierra Blanca en Culiacán, Sinaloa. Se fue a probar suerte a la CDMX, y estudió en la Escuela Nacional de Música de la Universidad Autónoma de México.
En 1974 grabó un disco en solidaridad con el pueblo chileno tras el Golpe de Estado de 1973, que derrocó al presidente chileno Salvador Allende.
Amparo Ochoa es conocida por sus canciones, tales como “La maldición de la malinche”, “Jacinto Cenobio” y el “Barzón”. Durante los 25 años de su trayectoria artística, Amparo Ochoa, grabó 21 discos.
Es reconocida internacionalmente por su gran pasión hacia las problemáticas sociales llevando su mensaje a través de la música y convirtiéndose en la “La voz de México”. Estuvo activa apoyando al Frente Sandinista de Liberación Nacional, y se sumó al pueblo chileno contra la dictadura de Pinochet.
En la campaña electoral de 1988 se sumó con su canto a la izquierda, representada en el Partido Mexicano Socialista (PMS), apoyando decididamente al candidato presidencial, el Ing. Heberto Castillo Martínez. La recordamos cantando el “Barzón”, frente a Catedral en la Ciudad de Culiacán, en la última semana del mes de mayo de 1988.
Una semana después, el 5 de junio, a un costado del edificio del PMS en Monterrey 50 de la CDMX, la vi con lágrimas en los ojos, al igual que cientos de militantes, ante la declinación del Ing. Heberto Castillo a favor del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas. Amparo Ochoa fue una mujer comprometida con la lucha social, a favor de los pobres de este país.