Termina la primera vuelta con la serie que ha arrancado este martes, con unos Algodoneros asegurando la máxima puntuación como líderes de un casillero que les asegura desde ya la clasificación a postemporada. Guasave se aferró a la cima casi desde el arranque de campaña, y no hubo un valiente que pudiera arrebatárselos.
En una anterior entrega hice hincapié que este hecho –de suceder, como sucedió al final- no debía sorprendernos para nada, porque la organización ha venido trabajando con excelentes resultados desde que la franquicia regresó al corazón agrícola de México por obra y gracia de nuevos dueños y un empujoncito del presidente López Obrador.
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La última vez que Guasave fue líder de una primera vuelta sucedió hace 13 años. En esa campaña se pensó que terminaría la sequía de títulos, pero lo que sucedió es una historia que ustedes ya conocen. La plaza parece estar maldecida, porque ningún campeonato llegó desde que lo consiguieron por primera vez en 1972. El equipo emigró a Guadalajara donde en poco tiempo alcanzó como Charros lo que durante muchos años se les negó como Algodoneros.
En esta segunda etapa como franquicia en dicha plaza, Guasave ya tocó a la puerta. El invierno pasado se instalaron en la final, pero los Cañeros se encargaron de que la maldición continuara.
La tropa de Oscar Robles jugará relajada esta última serie. Nada les hace sombra, ni perdiendo la serie por barrida. Un logro más que merecido, porque su actuación se asoció con el regreso y respeto de su afición, esa que fue lastimada cuando la franquicia se trasladó a Guadalajara. El sueño sigue siendo el mismo y las posibilidades, en mi opinión, son muchas.
POSICIONES. Lo cerrado del standing provocará varios sismos en esta última serie. Nadie, con excepción de los blanquiazules, tiene asegurado un lugar. Los movimientos, ascensos y descensos, pueden resultar catastróficos. En ese tenor transitan los Venados, que con ocho derrotas consecutivas podrían terminar en el sótano.
Increíble la forma como se ha desplomado el equipo del puerto que llegó a navegar en los primeros tres sitios y que pudiera convertirse en la segunda organización en cambiar de mando. Ya Obregón dio ese paso y parece haberle funcionado.
Tal vez en esta serie Luis Carlos Rivera se juega el puesto. Su equipo está a un juego de distancia del último lugar (Charros) y por ironías del destino será contra ellos con quien jugarán los últimos tres encuentros del primer giro. Será una serie impregnada de morbo.
Arriba, Cañeros, Mayos y Tomateros se meterán en una lucha por la segunda posición, cuyos 9 puntos también garantizan el boleto casi directo a postemporada, mientras que a media tabla Yaquis y Naranjeros tratarán de terminar al menos por esos rumbos pese a la mala campaña.
