La corcholata de refresco de cola genérico nació en Tabasco. Es hijo de una de las personas que más apoyos brindó a López Obrador en sus años de juventud. El notario público número 13 con sede en el municipio de Centro, Tabasco el licenciado Payambé López Falconi conoció al actual presidente de la República mientras ocupó el cargo de subprocurador de Justicia en Tabasco.
Es una corcholata de refresco de cola intercambiable porque busca imitar a las marcas originales; utiliza tipografías similares; busca confundirse con los mismos colores; tiene cierto sabor parecido, pero nunca tendrá la presencia del original político tabasqueño. Es una copia mala, pero que apantalla a los nostálgicos del poder.
El notario López Falconi se mantuvo cerca de López Obrador y su movimiento, incluso más que su propio hijo Adán Augusto. El mismo presidente reconoce la valía del padre del exsecretario de Gobernación al otorgar fe en varios de los eventos políticos que eran negados sistemáticamente al actual presidente
La familia del exsecretario de Gobernación es de las más poderosas en el estado de Tabasco. Viene de una tradición de caciques políticos de la región. Inició su carrera política en el PRI. Llegó a ser secretario general del PRI en Tabasco en 1999; no estuvo con López Obrador en su campaña para gobernador y renunció al tricolor cuando no fue seleccionado como gobernador interino a finales de la década de los 90’s. Parte de su formación se realizó en el extranjero, en Francia para ser precisos. (Al parecer, las corcholatas ya vienen corrompidas de origen. Según el presidente, los que estudian en el extranjero aprenden a ser corruptos. Claudia, Adán y Marcelo son producto de universidades extranjeras).
Como curiosidad, el llamado hermano tabasqueño de López Obrador, no apoyó las pretensiones del actual presidente cuando buscó la gubernatura de Tabasco. Adán Augusto se mantuvo firme en el PRI apoyando a Roberto Madrazo. Al parecer, la hermandad no era tan cercana por aquellos años.
Adán Augusto es la corcholata de refresco de cola favorita entre los priyistas. Durante décadas, el priyismo disfrutó las mieles del imperio de las bebidas de cola. Canales de distribución imponentes; marcas consolidadas; clientelas consolidadas; dominio del mercado y prestaciones inmejorables para sus trabajadores; por desgracia para el priyismo, los tiempos de jauja terminaron; sin embargo, ven en su corcholata de refresco de cola genérico un hilo de esperanza para recuperar lo que alguna vez fueron.
En su paso por la secretaría de gobernación, Adán (así le dicen los priyistas enamorados), tuvo mas oscuros que claros. Su personalidad es dura, rayando un poco en la antipatía. No inició bien su encargo cuando confrontó a una madre de víctimas de violencia diciendo que no confiaba en ella. Comenzó queriendo ser conciliadora, pero terminó siendo ariete de López Obrador para enfrentar y polarizar lo que se le pusiera en frente. Cerró su encargo con la muerte de migrantes bajo su administración en un incendio en Ciudad Juárez y no pudo con el paquete de los agricultores de Sinaloa.
Es sabido que únicamente hay tres corcholatas en real competencia, Adán Augusto es el tercero en las encuestas; sin embargo, es considerado el Plan B del presidente López Obrador para sucederlo en el cargo. Algunos dicen que es el que más se parece al presidente en su forma de hacer política y, por eso, tendría la ventaja en la designación final en la única encuesta que vale: La de Palacio.
En lo personal, considero que la corcholata de refresco de cola genérica es alguien que no dudaría en dejar por fuera del poder a López Obrador. Desde luego que el obradorismo sería utilizado como evangelio, pero únicamente con fines propagandísticos. Adán Augusto tiene la personalidad suficiente para desplazar cualquier poder transexenal que pretenda Andrés Manuel y crear su propio andamiaje. Al igual que López Portillo cuando envió a Echeverria al exilio a las Islas Fiji, López Hernández se encargaría que el exilio de López Obrador en su rancho fuera de verdad y no un simple discurso político.
Como cualquier refresco de cola genérico, Adán puede crecer rápidamente entre los sectores populares. Es un mercado fácil de explotar que necesita copiar a los originales para ser competitivos, pero su competencia es por precio; no por calidad. Eso pasa con el exgobernador de Tabasco: no tiene la calidad del refresco de cola original y más temprano que tarde la gente lo notara
¿Usted qué opina, amable lector? ¿Prefiere los refrescos de cola genéricos o los originales?