Cuando nos referimos al Síndrome del Burnout, normalmente lo relacionamos con el área laboral porque fue en ese ámbito en donde se comenzó a utilizar el término para referirnos al estrés derivado de las condiciones de trabajo.
Sin embargo, estudios recientes refieren que las madres pueden presentar los mismos síntomas que el síndrome de burnout durante el proceso de crianza. Podríamos hablar entonces del Síndrome de burnout parental.
Existen madres que quieren tenerlo todo bajo control y en este intento sucumben ante el agotamiento y el cansancio. Hacer malabares para equilibrar trabajo, familia, pareja y casa es una situación que se presenta cada vez con más frecuencia. Conforme vamos creciendo, nos vamos llenando de responsabilidades y queremos cumplir con todas ellas. Esto, si no le ponemos atención, nos llevará a presentar síndrome de burnout.
Aunque este síndrome puede presentarse en cualquier persona que este expuesta a condiciones de mucho estrés, en esta ocasión quiero referirme al síndrome de burnout parental que pudieran presentar las madres debido a la crianza de sus hijos.
Déjame hacerte una pregunta. Tu como madre, ¿Consideras que en algún momento haz hecho a un lado tus intereses o necesidades en favor de la de tus hijos? Si es así, es momento de que tomes acciones en favor de ti misma. Si te descuidas terminaras agotada, sin fuerzas y descuidando a tus hijos.
Las madres agotadas o con síndrome de burnout parental se identifican por vivir altos niveles de estrés derivado de la presión que supone el equilibrar su vida familiar, social, laboral y al mismo tiempo cuidarse a sí misma.
En otras palabras, vivir con síndrome de burnout parental es vivir permanentemente en un estado de estrés crónico que se presenta cuando llega la sensación de que todo se desborda, de que nada sale bien y de que no se tiene el control de nada.
Podemos identificar el burnout parental por tres características principales:
1.- Agotamiento físico y emocional.
2.- Distanciamiento emocional del hijo/a
3.- Sentimiento de incompetencia en el rol de madre
Y, ¿Cuáles son las causas de este síndrome?
Como ya he mencionado anteriormente, la causa principal es el intento de conciliar a la perfección todos los aspectos de la vida. Familia, amigos, trabajo y pareja son áreas esenciales para cualquier mujer que es madre, y no poder manejarlos todos puede generar frustración y enojo.
¿Te ha pasado que te enfrentas ante la necesidad de cumplir con tu trabajo, atender a los hijos, llevar una relación sana con tu pareja, cumplir con tus amigos, encontrar momentos familiares de esparcimiento y también poder descansar?
Aunque en nuestra cultura es muy común que las mujeres crezcan aprendiendo que deben ser mujer maravilla, necesitas aprender a organizar tu tiempo y tus necesidades desde una perspectiva real.
¿Cómo saber si presentas burnout parental?
Darte cuenta si eres una madre agotada que presenta este síndrome es fácil:
– Te sientes más irritable de lo habitual y tu tolerancia a la frustración es menor.
– Te sientes agotada.
– No eres capaz de recordar la última vez que hiciste algo no relacionado con tus hijos.
– Piensas que tu hijo está haciendo algo con el propósito de molestarte (cuando no es capaz).
– Desearías tener más tiempo para ti.
– No recuerdas bien quién eres como persona individual.
– Si tienes un momento para ti, no sabes muy bien qué hacer con ese tiempo.
– Te sientes obligada a decir que estás feliz el 100% de las veces.
– Te sientes culpable por tener estos sentimientos.
Además de lo anterior, si padeces este síndrome no podrás conciliar el sueño con facilidad y pensaras obsesivamente en el tiempo libre que no tienes.
¿Cómo afrontar el síndrome de burnout parental?
Para resolver esta situación toma en cuenta los siguientes puntos:
Acepta que no puedes con todo: No eres capaz de hacer todo lo que te gustaría. En ocasiones puedes pensar que el tiempo y la energía te alcanzará para todo, pero eso no siempre es cierto.
Aprende a delegar: No tengas miedo de dejar algunas responsabilidades en manos de otros cuando te des cuenta que no puedes con todo. Es importante que pienses también en espacios para descansar como parte de tus responsabilidades y poder retomar el ritmo cuando estés más dispuesta.
Si es necesario renuncia: No siempre podrás delegar y aunque no te guste o te sientas incómoda acepta en renunciar a algunas de tus “responsabilidades”. Para que puedas organizar tu vida es necesario que primero organices tus pensamientos y establezcas prioridades.
No culpes, ni a ti ni a los demás: La culpa es una emoción que nos bloquea y nos impide avanzar. Aunque tu intención sea la de cumplir con todo, si no lo logras, no caigas en la tentación de culparte o de encontrar culpables. Culparte te llevará a la frustración y culpar a los demás solo te servirá para desahogarte momentáneamente. No te sientas fracasada por no poder tener todo bajo control.
Te agradezco cualquier comentario acerca de esta columna y si crees necesitar acompañamiento psicológico profesional con respecto a este tema o conoces a alguien que lo necesite, escríbeme un Whatsapp al número +526671313403 en México y visítame en Facebook en: https://www.facebook.com/sensumpsicologiaycrecimiento/
Te dejo un abrazo.
Juan José Díaz / Psicólogo y psicoterapeuta
