Vergonzosa, la inequidad en México: Narro

?Ciudad de México.- El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro, sostuvo que muchos de los problemas que enfrenta el país no tendrán solución si los mexicanos no consolidan reformas de fondo, imaginan un rumbo distinto y trazan un nuevo proyecto nacional. Al encabezar la Conmemoración de la UNAM por el Centenario del inicio de la Revolución Mexicana , Narro Robles advirtió: “Me parece que en este asunto abundan los que están empecinados en seguir una ruta que conduce al mismo sitio”. Dijo que esta gesta histórica buscó la libertad política y la construcción de un régimen de derechos sociales para todos y que después de un largo camino hay avances pero, asentó, la justicia social prometida es incompleta y por tanto forma parte de una deuda social no cubierta. Ante la comunidad de la Máxima Casa de Estudios del país, puso énfasis en que México es una gran nación pero que debe dar pasos acelerados en la dirección correcta para responder éticamente a las demandas no cumplidas y nunca canceladas de la gesta revolucionaria. “Para conseguirlo, deben ampliarse las oportunidades para nuestra gente y avanzar en el fortalecimiento de una verdadera ciudadanía. Apenas tenemos tiempo para atenuar la inconformidad y el justificado encono de muchos. Estamos en la encrucijada del porvenir”, atajó. Llamó a la generación que se ha beneficiado por los logros de la Revolución a actuar pues hay un compromiso con las próximas generaciones. “Todavía podemos cumplir con nuestra responsabilidad y para ello el país cuenta con su Universidad y con los universitarios”, dijo. Afirmó que para algunos la Revolución perdió su rumbo cuando los protagonistas reales murieron o fueron sustituidos por civiles en la conducción del país y para otros se diluyó en el ejercicio del poder del régimen emanado y que olvidó los compromisos de su origen. En el Auditorio “Alfonso Caso” de la Ciudad Universitaria , el rector Narro Robles consideró que “para otros” la Revolución Mexicana no podrá darse por concluida mientras no sean cumplidas las expectativas que generó. “Sus ideales seguirán vigentes mientras la justicia social no sea una realidad para la mayoría y la opulencia y la indigencia sigan polarizando a nuestra sociedad, mientras la arenga igualitaria sólo forme parte del discurso, en tanto que el proyecto de país que se definió en el Constituyente de 1917 no se haga realidad”. Afirmó que los programas emanados de los gobiernos de la Revolución , no lograron disminuir la desigualdad que desde siempre caracteriza a la sociedad mexicana. “México sigue padeciendo una vergonzosa falta de equidad en la distribución de la riqueza y rezagos sociales inaceptables”. Narro subrayó que no se puede ignorar que en México casi la mitad de la población vive en condiciones de pobreza y que la situación de los indígenas es oprobiosa. Recalcó su señalamiento sobre el problema que representa que muchos millones de jóvenes mexicanos no estudien ni trabajen y englobó dentro de “rezagos sociales francamente graves” el número de mexicanos que no saben leer ni escribir. “Cifra que en un siglo se ha modificado pero de manera insuficiente. En tanto que al inicio de la Revolución 7.8 millones de mexicanos eran analfabetas, hoy en día 5.8 millones tienen esa misma condición. “Es obvio que ha habido una disminución muy importante en términos relativos, pero también que lo que interesa es el número de personas afectadas que sin duda ha cambiado, pero poco”, explicó. Dijo que de la Revolución los mexicanos obtuvieron lecciones numerosas y distintas, entre ellas que sin libertad el progreso solo es un espejismo, que no existe desarrollo cuando impera la desigualdad y la injusticia. “Es cierto que la Constitución de 1917 fue el instrumento para conciliar los diversos reclamos expresados durante el proceso revolucionario, pero también lo es que generó más expectativas de las que el estado realmente ha podido solventar; los rezagos en materia de educación, de salud, de empleo y de otros derechos sociales son muestra de ello. “Por ello he sostenido y reitero que es hora de reconocer que muchos de nuestros problemas no tienen solución si no realizamos reformas de fondo, si no imaginamos un rumbo distinto y trazamos un nuevo proyecto nacional. Me parece que en este asunto abundan los que están empecinados en seguir una ruta que conduce al mismo sitio”, precisó. Estimó que se requiere de enfoques que miren al país en el largo plazo y en el horizonte de los cambios que el mundo entero experimenta; “debemos ser creativos para pensar en el futuro del país, para perfilarlo a los nuevos contextos mundiales”. El rector puntualizó en que la agenda para el desarrollo de México en el Siglo 21 involucra saldar deudas ancestrales, modificar esquemas agotados, poner al día a la nación en un contexto internacional incierto y anticipar el porvenir. Agregó que México debe dar “un gran salto” para dejar de ser una nación desigual y transformarse en una más equitativa en la que prevalezcan la solidaridad y la justicia. Puntualizó: “Los derechos sociales para todos los mexicanos son hoy por hoy una condición básica para avanzar hacia el país democrático, próspero y equitativo que todos queremos. Pero no basta con que dichos derechos existan en nuestras leyes, se requiere que cristalicen, que sean una realidad para todos, requerimos que sean jurídicamente exigibles”.