México, D.F., Cuando este domingo se den a
conocer los resultados del segundo examen de ingreso a licenciaturas de
la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se prevé que sean al
menos 150 mil los jóvenes no aceptados este año, sólo en ésta
institución, lo que a consideración de investigadores debe ser una señal
de alerta para que se ponga en marcha una política pública con el fin
de crear más universidades en esta zona metropolitana, antes de que la
falta de espacios se convierta en un conflicto social.
De los 121 mil 970 egresados de bachillerato que realizaron la
primera evaluación para acceder a la UNAM, sólo 11 mil 116 lograron
encontrar un lugar y 110 mil 854 quedaron fuera. En esta segunda opción,
se prevé que de manera proporcional a las cifras de 2011, de más de 58
mil aspirantes, sólo alrededor de 6 mil puedan ingresar a una
licenciatura.
Roberto Rodríguez, académico del Instituto de Investigaciones
Sociales de la UNAM, consideró que si bien en los últimos seis años el
gobierno federal creó una oferta ?relativamente exitosa? con el
establecimiento de 100 instituciones, en su mayoría de carácter
tecnológico, a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP), desde
hace casi 40 años, en 1973, no se ha fundado una nueva universidad en
la capital del país.
Los especialistas coinciden que fenómenos como el quedar fuera de
la UNAM, no necesariamente hablan de ?falta de generosidad de las
instituciones, sino de la necesidad de una urgente política pública?
para crear una o varias instituciones al estilo de la máxima casa de
estudios, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) o la Universidad
Autónoma Metropolitana (UAM), con esa misión, vocación y calidad.
Además, afirman que también se requiere impulsar nuevas áreas de
especialidad en carreras tradicionales como medicina, derecho,
ingeniería o contaduría, y elevar la calidad de universidades estatales,
pues la ausencia de ésta propicia la migración a la Ciudad de México.
La misma UNAM, en una especie de guía electrónica para los
aspirantes a la licenciatura, afirma que ?no tiene cupo para darle
entrada a 30 mil o 40 mil estudiantes?, y que ha dicho al gobierno que
?esa situación podría cambiarse si se hicieran más universidades para
que no hubieran tantos rechazos?.
La semana próxima se darán a conocer los resultados de ingreso al
IPN, institución que en 2011 aceptó a cerca de 24 mil jóvenes, mientras
que 66 mil no pudieron ingresar, cifra ligeramente superior a la de
2010, cuando los no aceptados fueron 50 mil, de 71 mil aspirantes.
Por lo que respecta a la UAM, en 2011 fueron 79 mil los que buscaron
ingresar a una licenciatura, aunque sólo 12 mil tuvieron éxito.
El investigador Roberto Rodríguez, también asesor de los rectores de
universidades públicas para la creación del documento de propuesta para
el próximo gobierno de la República: ?Inclusión con Responsabilidad
Social. Una nueva generación de políticas públicas de Educación
Superior?, asegura que la oferta de educación tecnológica logró en casi
dos décadas que una cuarta parte de la matrícula nacional esté inscrita
en esas áreas. No obstante, considera que una vez que se tienen a los
profesionales, lo que es claro es que el empleo no se genera en las
universidades.
Tras realizar un estudio sobre la oferta y demanda universitaria, el
investigador dice que se requiere establecer nuevas universidades en el
país. En el caso la zona metropolitana de la ciudad de México
identifica a la región oriente, Iztapalapa, Chalco y Nezahualcóyotl,
así como el poniente, como los lugares en los que se requieren nuevas
alternativas de estudio.
Desde 1973, cuando la Asociación Nacional de Universidades e
Instituciones de Educación Superior (ANUIES) propuso crear a la UAM
como institución de educación superior en el Distrito Federal, no se ha
instalado una universidad con una misión de investigación, docencia y
difusión de la cultura en México, señala.
El subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán, dice que el
fenómeno de los no aceptados en las tres instituciones no ha implicado
la exclusión de los jóvenes del sistema educativo.
Aunque también afirma que es ?imposible que absorban al total de
demandantes de la zona metropolitana?. Para eso las universidades
públicas, privadas y la SEP han buscado arreglos para crear espacios.
El funcionario federal asegura que hay capacidad en las 272
instituciones de educación superior ?públicas y privadas? para absorber
la demanda; el problema de los no aceptados, puntualiza, se origina de
los jóvenes que egresaron en años anteriores y en una pequeña proporción
(3%) de alumnos que migran de otros estados hacia el Distrito Federal.
Acepta que desde hace casi 40 años no se ha creado una universidad
del tipo de la UAM o UNAM, pero crear una institución de esas
características ?requiere de respuestas analíticas no políticas? que
habrá que plantear en los próximos años.
Informó que durante la actual administración se logró la expansión
de las universidades estatales con 100 nuevos campus, además de la
instalación de 140 planteles del sistema tecnológico.
Promotor privado
Manuel Gil Antón, investigador de El Colegio de México, dice que con
una política de esas características ?el principal promotor del mercado
privado de educación superior ha sido la política desacertada del
Estado de no abrir opciones universitarias. El principal socio del gran
capital educativo que hoy significan miles de millones de pesos ha sido
la incomprensión por parte de las autoridades educativas que ha llevado a
crear instituciones privadas de muy baja calidad para no decir patito?.
?Mi impresión es que las nuevas opciones ?institutos tecnológicos,
universidades tecnológicas y politécnicas– que los gobiernos federal o
estatales crearon para los jóvenes han sido claramente insuficientes y
en más de un sentido fracasos?, dice por su parte Adrián Acosta,
investigador de la Universidad de Guadalajara.
Esas instituciones que no alcanzan a consolidarse y atender a un
número significativo de estudiantes no ha podido consolidarse como ?una
opción preferida, estable y expansiva para miles de jóvenes?.
Para José Blanco, asesor de la ANUIES, el que los jóvenes no
encuentren un lugar en las universidades públicas del país no es un
asunto de ?rechazo por la falta de capacidades de los jóvenes se trata
de un problema de espacios además de otros factores como la falta de
calidad de algunas universidades en los estados como Oaxaca, Chiapas y
Guerrero?. Uno de los factores que generan alta demanda de jóvenes hacia
universidades federales como la UNAM, el IPN o la UAM, ubicadas en el
Distrito Federal se debe en gran medida a esa migración de los
estudiantes por ingresar a una institución de calidad, dice.
Señala que el problema de los no aceptados debe partir de un
diagnóstico que hasta ahora ni la SEP ni la ANUIES han realizado, y
propone iniciar un estudio que revele cuánta es la demanda efectiva para
evitar así que se duplique por la necesidad que hoy tienen los
estudiantes de presentar exámenes hasta en cinco instituciones.
El Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior
estima tan sólo que en este año serán poco más de 100 mil, los jóvenes
que en la capital se quedarán sin un lugar en las licenciaturas.
Un reporte de la SEP estimó el año pasado que el número de
estudiantes no atendidos es de entre 7 mil a 30 mil personas en la
ciudad de México. Aunque la demanda de universidades públicas la estima
en 85 mil personas, una parte de éstas logra incorporarse a
instituciones privadas o al sistema abierto o a distancia.
José Blanco, también investigador de la UNAM, advierte: ?Si tenemos
estos problemas de falta de espacio, cuando la deserción es uno de los
problemas del bachillerato, ¿qué va a suceder ahora que inicie la
obligatoriedad de la educación media superior? Es un asunto que hay que
enfrentar?.EC.