México.- El empresario Ricardo Salinas Pliego a través de su cuenta de Telegram, compartió una anécdota con la cual busca que sus seguidores reflexionen acerca de el modelo nacional popular de dádivas y apoyos, donde asegura que “el gobierno no puede entregar nada a alguien, sin que antes, se lo quite a alguien más.”
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Te compartimos la anécdota con la que el empresario Ricardo Salinas Pliego pidió a sus seguidores reflexionar, los protagonistas de su historia, son los borrachos y los impuestos:
Todos los días 10 personas se reunían en un bar a beber cerveza.
La cuenta total siempre era de $100 (10 por c/u).
En un acto de solidaridad, los que más trabajaban ( los “ricos” ) acuerdan pagar la cuenta de la misma manera en que el gobierno les exige pagar impuestos, de forma que el más rico paga más y los más pobres no pagan nada, pistean a costillas de los ricos.
El pago lo dividen de esta manera:
• El 10º (el más rico) paga $59.
• El 9º paga $18
• El 8º paga $12
• El 7º paga $7
• El 6º paga $3
• El 5º paga $1
• Los otros 4 (los más pobres) no pagan nada.
Hasta ahí todos eran felices, se divertían y mantenían este acuerdo (que si bien no era justo para todos, era muy cómodo para el bolsillo de los bebedores)… hasta que, un día, el dueño del bar los metió en un problema:
“Ya que ustedes son tan buenos clientes, les voy a reducir el costo de la cuenta, les voy a CONDONAR $20. La cuenta total desde ahora será de $80.”
El grupo, sobre todo los más ricos, plantearon seguir pagando la cuenta en la misma proporción que lo hacían antes.
Los cuatro primeros siguieron bebiendo gratis; la condonación no les afectaba ni beneficiaba en absoluto.
¿Pero qué pasaba con los otros seis bebedores, los que realmente abonan a la cuenta? ¿Cómo debían repartir los $20 de rebaja de manera que cada uno recibiera una porción justa?
Calcularon que los $20 divididos en 6 eran $3.33 pero si restaban los $3.33 de la porción de cada uno, entonces el 5º y 6º hombre estarían cobrando por beber, ya que el quinto pagaba antes $1 y el sexto $3.
Entonces el barman sugirió una fórmula en función de la riqueza de cada uno, y procedió a calcular la cantidad que cada persona debería pagar.
• El 10º pagaría $50 en lugar de $59: (ahorro 16%).
• El 9º pagaría $14 en lugar de $18: (ahorro 22%).
• El 8º pagaría $9 en lugar de $12: (ahorro 25%).
• El 7º pagaría $5 en lugar de $7: (ahorro 28%).
• El 6º pagaría ahora $2 en lugar de $3: (ahorro 33%).
• El 5º ya no pagaría nada: (100% de ahorro).
• Los otro 4, (los más pobres) seguirían sin pagar nada.
Cada uno de los seis “ricos” estaba ahora en una situación mejor que antes, pero, una vez fuera del bar, comenzaron a comparar lo que estaban ahorrando.
“A mí solo me condonaron $1 de los 20 ahorrados,” dijo el 6º hombre y señaló al 10º, diciendo “A el le condonaron $9”
“Sí, es correcto,” dijo el 5º hombre. “Yo sólo recibí $1; es injusto que él reciba nueve veces más ahorro que yo.”
“Es verdad”, exclamó el 7º hombre. “¿Por qué recibe él $9 de rebaja cuando yo recibo sólo $2? ¡Los malditos ricos siempre reciben los mayores beneficios!”
“¡Un momento!”, gritaron los cuatro más pobres al mismo tiempo.
“¡Nosotros no hemos recibido ni un solo peso del ahorro. El sistema opresor y capitalista siempre nos explota a nosotros los que necesitamos ayuda, se aprovechan de los pobres!”
Llenos de rabia y motivados unos a otros por lo que consideraban una tremenda injusticia, los nueve hombres rodearon al 10º y le dieron una paliza para que entendiera que no debía aprovecharse de ellos.
La noche siguiente el 10º hombre ( el más rico ) ya no acudió al bar.
Los otros 9, felices por haberle dado su merecido e imaginárselo adolorido se sentaron sirvientes y bebieron sus cervezas, pero a la hora de pagar la cuenta descubrieron algo inquietante que les molestó aún más.
Entre todos, los otros 9 que acudieron a beber, solo juntaban $30 pesos y no alcanzaba para pagar ni LA MITAD de la cuenta, $80 y empezaron a maldecir al bebedor más rico por no seguir ayudándolos.
El empresario termina la anécdota y lanza su opinión acerca de cómo funciona el sistema de impuestos, donde según él, solo una muy pequeña proporción, la gente rica, es la que los paga y, que tarde o temprano, terminarán por buscar un país donde la atmósfera sea más amigable.
Y así, amigos, profesores y universitarios, sindicalistas, asalariados, profesionales y gente de la calle, es como funciona el sistema de impuestos. Una pequeñísima proporción de la gente (los malditos ricos) es la que paga la inmensa mayoría de los impuestos y la que debe recibir más beneficios fiscales.
Yo los invito a que les pongan más impuestos a los ricos, los ataquen por ser ricos, los señalen por recibir beneficios, los ejecuten públicamente sin pruebas…
y lo más probable es que un día decidan cerrar sus negocios, dejar de invertir, ayudar y no aparezcan nunca más; De hecho, es casi seguro que comenzarán a beber en algún otro bar en el extranjero, uno donde la atmósfera sea más amigable y sus compañeros de “fiesta” sean más inteligentes.
Finaliza criticando directamente al socialismo, mencionando que “cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar, porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas y generar riqueza para repartírselas, empieza un grave problema… uno que se agrava cuando la otra mitad que sí trabaja, se convence de que no vale la pena trabajar porque el gobierno les quitará lo que han logrado con su esfuerzo para regalárselo a aquellos que solo estiran la mano. Eso… mis queridos amigos, es el fin de cualquier sociedad.”
“El gobierno no puede entregar nada a alguien, sin que antes, se lo quite a alguien más. Y si no hacemos nada para impedirlo, un día… cuando no tengan nada más que repartir, van a ir por lo que te dieron como “ayuda” y después regresarán por lo que todavía conserves…. y lo más curioso es que culparán al rico que se fue y no siguió ayudando al país.”
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