?Ciudad de México.- El mayor desafío de México en 2011 contra el crimen es poner en práctica una nueva estrategia nacional basada en cuatro pilares: La prevención de la delincuencia, la creación de una nueva fuerza policiaca, la focalización de esfuerzos y una responsabilidad compartida, afirmó el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, en un articulo publicado por el diario británico Financial Times.
En el artículo “11 para 2011: ¿Cómo debe tratar la violencia México?” Peña Nieto señala que el país debe tener un objetivo claro para reducir el número de asesinatos, secuestros y extorsiones de manera significativa en los próximos cinco años.
El primer pilar de la estrategia del gobernador mexiquense señala que se debe prevenir el crimen, “actuar para evitar que la delincuencia se produzca en lugar de reaccionar una vez que un crimen se ha cometido” y para lograrlo propone reducir la desigualdad de oportunidades, tomando como base la cobertura universal de seguridad social: la cobertura de salud, pensiones y prestaciones por desempleo, además de una educación de calidad.
El segundo pilar, señala Peña Nieto, es crear una fuerza policial que esté capacitada específicamente para combatir la delincuencia organizada y para hacer justicia en el país de manera más eficaz. Es imperativo fortalecer la inteligencia policial para atacar a las operaciones de lavado de dinero de organizaciones criminales, y para golpear sus finanzas.
En tercer lugar, señala que la estrategia debe focalizarse primero en los municipios más violentos del país, y luego en los que son más vulnerables a futuros brotes de violencia y en una tercera etapa debe extender la estrategia para el resto del país.
El último pilar, concluye el gobernador mexiquense, debe ser la responsabilidad compartida.
A nivel nacional, la estrategia de reducción de la violencia debería obligar a todos los niveles de gobierno y la sociedad civil para apoyar la política estatal a largo plazo, y a nivel internacional, se necesita la cooperación en materia de intercambio de inteligencia, y la recolección de información conjuntas, en particular entre los principales países productores y de consumo de drogas en la región, como Colombia, Perú y Estados Unidos.
