México. A una semana de la toma de posesión de Donald Trump, una nueva caravana migrante partió este domingo desde Tapachula, Chiapas, rumbo a Estados Unidos. El grupo, compuesto por personas de Panamá, Ecuador, Venezuela, Honduras y Guatemala, espera llegar a la Ciudad de México y, eventualmente, cruzar la frontera norte, a pesar de las amenazas de deportación masiva bajo la próxima administración.
Los migrantes huyen de la violencia, la inseguridad y la falta de empleo en sus países. Dalisha, originaria de Panamá, relata las difíciles condiciones que la llevaron a abandonar su país, mientras que Gorman Almeida, de Venezuela, espera que Trump presione al régimen de Nicolás Maduro.
A pesar de las políticas migratorias más restrictivas que podrían implementarse, los migrantes siguen su camino con la esperanza de un futuro mejor. Activistas como Luis Rey García Villagrán han prometido responder a las acciones xenófobas del nuevo gobierno estadounidense con “bendiciones” y más movilización.
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La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha expresado su disposición para recibir a los deportados y ha propuesto una reunión de ministros de Exteriores de América Latina para abordar los desafíos migratorios que traerá la llegada de Trump.
A pesar de las incertidumbres, los migrantes persisten en su lucha por una vida mejor, confiando en que podrán superar los obstáculos que se les presenten en su camino.
