Ciudad de México.-La economía internacional está en fase de recuperación y en este
proceso destacan las economías emergentes, como por ejemplo las de
Brasil y México, afirmó el presidente del Grupo Santander, Emilio Botín.
Al participar en la II Conferencia Internacional de Banca, en la Ciudad
Financiera del Santander, en Boadilla del Monte, Madrid, Botín apuntó
que hay una salida algo más lenta de las economías avanzadas, pero ya se
observa en general una recuperación.
Expuso que los gobiernos de los países desarrollados están sentando las
bases para aumentar el crecimiento potencial y asegurar la recuperación,
mediante la puesta en marcha de reformas estructurales.
Son reformas, dijo, que normalmente no tienen un impacto económico
inmediato, pero necesarias para garantizar el crecimiento futuro y que
aumentan la confianza en la capacidad de crecimiento de las economías.
Puntualizó que el sector bancario tiene que desempeñar de nuevo un papel
clave en este proceso de recuperación porque ‘no hay economía sana sin
banca sana’.
En la conferencia, en la que también participaron el vicepresidente de
la Comisión Europea (CE) , Joaquín Almunia, y el gobernador del Banco de
España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, Botín afirmó que hoy el sistema
bancario internacional es más solvente y más transparente que antes de
la crisis.
‘Las mayores incertidumbres se han ido despejando y se están dando pasos
decididos para fortalecer todas las piezas del sistema financiero,
corrigiéndose las deficiencias que se pusieron de manifiesto en la
crisis’, expresó.
Botín se manifestó en contra de los impuestos al sector financiero ‘pues
no son la medida adecuada para evitar que el contribuyente tenga que
asumir los costos de una crisis’.
‘No resuelven ninguna de las causas que la originaron, ni ayuda a
prevenirlas’, aseveró, y agregó que establecer un impuesto al sector
sería una medida ineficiente y discriminatoria que tendría efectos
distorsionantes y, aún más importante, consecuencias negativas para la
estabilidad financiera.
Argumentó que ese impuesto no distingue entre entidades bien y mal
gestionadas, entre aquellas que no han necesitado ayuda pública y
aquellas que pusieron en peligro al sector financiero y a sus economías.
Además, anotó que otros sectores económicos también han recibido ayudas
de sus Estados y, sin embargo, no estarían sujetos al impuesto.
Por último, señaló que su introducción presupone que las entidades con
problemas serán rescatadas. ‘Este supuesto aumenta el riesgo moral y
podría alentar la asunción excesiva de riesgos’, advirtió.
El presidente del Grupo Santander sostuvo que las entidades no viables
deben salir del mercado y no deben ser rescatadas con dinero público.
Propuso avanzar en dos medidas: en primer lugar, las entidades que han
recibido ayudas deben devolverlas y, en segundo lugar, crear Fondos de
Garantía de Depósitos predotados por las entidades financieras y con
capacidad de intervención en caso de crisis.